Aunque se doblen en mi espalda los fracasos
y las moscas avioneteen a mi alrededor
hasta romperme.

Aunque los duendes del cansancio
hagan sus apuestas a favor de mi derrota
y me visiten en fila india
las mil plagas del desamor.

Aunque las dudas vuelvan a escupirme la cara
mientras se burlan ante mi espejo
y las galaxias caigan sobre mi sombra
en finísimos alfileres

prometo
no escribir tu nombre en estos versos.

Así no sabrán que sos la culpable
de que
en un acto desesperado de cursilería
me arranque el corazón en cada poema.