"ZP nombra una ministra de 30 años para el Ministerio de Igualdad"

Ahí es nada la frasecita. Si todavía estuviera en aquel colegio madrileño en el que hice la E.G.B. (Educación General Básica, para los lectores jóvenes), quizá la señorita Conchi, o D. Fernando me harían diseccionar ese conjunto de palabras en uno de aquellos enrevesados análisis sintácticos.
Menos mal que el cole pasó a la historia. Ahora me puedo conformar con un análisis léxicológico ( ¿existe la palabra o la he inventado como un Quevedo de pacotilla? ) . Vamos a ver:
  • ZP: del sujeto (o de "este sujeto") no digo nada que ya hemos hablado bastante, y ya cansa.
  • nombra: el verbo es importante. Parece que el presidente torna a los fueros de Aznar y ha confeccionado el gabinete sin preguntar opinión a nadie.
  • una ministra: bien, bien. No digo que la paridad haya de ser obligatoria, pero tampoco es normal lo que había hasta hace bien poco, que el Consejo de Ministros parecía un claustro, con tanto tío.
  • de 30 años: aberrante. Salvo si aparece un Einstein o algo así, no considero adecuado que alguien con menos de 10 - 15 años de experiencia directiva esté al frente de un ministerio.
  • para el Ministerio de Igualdad: ¿pero no teníamos uno de Asuntos Sociales? ¿y una Secretaría de Estado del estilo? ¿y no están transmitidas esas competencias a las Comunidades Autónomas?. Humo, humo y más humo.