Lo que pasa en la calle

La gente corriente no entiende de balanzas comerciales, opciones sobre futuros o conversiones de bonos. Quizá sea esa la razón por la que el debate Pizarro-Solbes de hace un año fue calificado como el bodrio de la década por los pocos que intentaron comprenderlo. Lo que sí sabe la mayoría es lo que cuesta un bonobús y por supuesto el precio de un café en un bar, precisamente esas materias donde suspenden Rajoy y Zapatero.

Tampoco sabemos la cifra total de parados en Europa, pero sí cuantos de nuestros amigos no tienen trabajo. No sabemos nada de las dificultades del Royal Bank of Scotland o de GM o de Fortis Bank, pero al pasar por los polígonos industriales se nos encoge el alma al mirar a las naves abandonadas o a los camiones inactivos.

Realmente podemos perdonar a los políticos que anden un poco perdidos sobre nuestras respectivas economías domésticas, incluso que ignoren que las estadísticas no son sino la suma de tristes historias particulares, pero ¿cómo no exigirles que disimulen un poco, que se les note algo afectados por lo que a los demás nos quita el sueño?

La semana pasada seguí atentamente las declaraciones del candidato socialista a la Presidencia de Galicia y volví a tener esa sensación de los políticos no tienen ni idea de lo que realmente pasa en la calle. Te ha estado bien, pensé ayer cuando oí su derrota. Y no por tener una estantería de 119.000€ en tu despacho, sino por creer que a la gente no le iba a importar demasiado. Bobo, que dicen en el pueblo.


Hala “Torito”, ahora ponte delante de una pizarra, tiza en mano, y escribe mil veces: “No volveré a tirar el dinero público nunca más”. O también “Miraré más a la calle que a las encuestas”.

Cae la Bolsa, cae el ministro, caen las ventas, cae mi confianza en la gente, cae un antiguo jefe, caen los precios (o eso dicen), cae un año más, cae hasta el Barça.


Uff, cualquiera diría que estamos de nuevo en Otoño.


Todos al monte


19 SPB
Los biker's apartando los árboles que cortan el paso y el ritmo, todas las rutas tienen algún pino atravesao. Acoplaré un pequeño serrucho de alto rendimiento en la mochila, así, poco a poco, libraremos esos atrancos..... Esto el sabado y el domingo nada menos que 19 SPB, que pasada es la quedada record.....adiante.

un juego

Se fue a jugar un día y no la vieron regresar, por ahí está y se hizo un poco más vieja, ya no se sienta en el suelo, no se ensucia las rodillas, no se raspa, no sangra, no se le ve. Se despeina igual, corre a veces, quién sabe a dónde va ahora, la vieron en un auto amarillo.

De chicos él pensaba que cuando crecieran de repente ella lo vería, porque él sería más alto y entonces un día, que el sol le cayera bonito sobre la cara e hiciera que sus ojos se vieran más claros, él le diría algo, de repente sólo ¿esperas esta combi también? Y se subirían juntos. El chofer no correría, nadie robaría celulares y el cobrador no gritaría porque sería una combi tan especial.. porque habría sido un momento tan mágico que lo hubiera contagiado todo de colores y cumbia rosada.

Eso pensaba él cuando le preguntaron por ella. No supo qué responder. Suponía que estaría en su casa ahora, de repente hablando por teléfono o sacándose algún pelito de la ceja con una pinza. Como fuera, él estaba afuera y ella estaba lejos.

Ella no pensaba en él, nunca. Pensaba en otros, y los imaginaba lavándose los dientes y haciendo pesas frente al espejo. Luego salía de su casa corriendo para encontrar un buen lugar donde llorar por ellos.

Sé que las apariencias a veces engañan pero ...
... ¿dejaría usted sus asuntos en manos de éste tío?


Aclaración importante: me refiero a asuntos legales, claro. Si hablamos de extorsionar a alguien entiendo que modifiquéis la respuesta.

El huracan


Nos dejó todas las rutas btt con árboles tirados, hoy me dedique unas 3 horas a librar la subida al geodesico de Penarrubia, ademas de divertirme hice gana de cenar, me comeria un jabalí......
Que invierno de los de antes, dicen los viejos.
¿De dónde somos?

ha habido decenas de miles de conflictos armados a lo largo de la Historia, pero al mirarlos uno por uno, nos damos cuenta que casi todos se originaron por cuatro causas, a veces incluso coincidentes entre ellas:


  • el afán de apropiarse de la tierra de otros pueblos
  • las diferencias religiosas
  • la sed de poder

  • el enaltecimiento de la identidad nacional
Como hombre del siglo XXI ninguna de ellas me parece suficiente para matar a un semejante, pero trataré de ponerme en el lugar de un hombre del siglo V o del siglo XV (a nivel intelectual no hay diferencias entre ellos, pues la Edad Media fue letal para la cultura). Un hombre del siglo X, por ejemplo, una época en la que sólo se escribía en los monasterios y en los que un general llegaba a su cargo por nacimiento y no por aptitud, consideraría normal matar porque sí. Si además un clérigo le decía que su causa era bien vista por Dios, es entendible que el militar medieval no tuviera remordimiento alguno por matar a sus enemigos y enviar a la muerte a sus propios soldados.

Así, el hombre medieval mataría por su Rey, por su Dios, por incrementar su hacienda o por pasar a la posteridad, pero ¿acaso mataría sólo por estar orgulloso de ser romano, castellano, inglés, mongol o turco? No lo creo. El enaltecimiento de la "identidad nacional" es cosa de los dos últimos siglos, y es, probablemente, la más despreciable de las causas para comenzar una guerra. ¿Cómo justificar el matar a otro por haber nacido francés, judío, kosovar o bereber?

Soy castellano y mis ancestros también lo fueron ¿desde cuándo? pues desde que un rey que vivía a cientos de kilómetros decidió que el lugar donde pacían nuestras ovejas o cultivábamos el cereal habían de llamarse Castilla. Nosotros no lo elegimos, como tampoco antes pedimos ser parte de Celtiberia, de Cartago, de la Tarraconensis romana, de la Hispania visigoda o de Al-Andalus.

Y lo peor, la sangre que llena cada letra de esos nombres. La gente de mi pueblo no quería matar en el campo de batalla de Cissa, ni en la de las Navas de Tolosa, ni en la toma de Granada, Pavía o Mühlberg, ni quisieron morir en el desastre de Cuba o en Annual. Siempre en nombre de ESPAÑA, o de CASTILLA, o de ROMA, o de CARTAGO, ...

Ahora nos llaman segovianos, castellanos, españoles. Vale, aceptamos pulpo como animal acuático si es preciso, pero por favor, no nos maten, ni nos hagan matar por ello.


Aquí van unos mapas, para que veáis como nos marea la Historia.
Ved que nosotros tenemos suerte, llevamos casi sin cambios desde el siglo XIII.
Otros países, como Italia y Alemania, existen como tales desde hace sólo 150 años:

España celtibérica

España Romana

España visigoda

España musulmana


España del Siglo XIII