¿Quién juzga a los jueces?
no es bueno ser radical a la hora de valorar el trabajo de la gente. Todos cometemos errores, y cuando son intermitentes, los fallos son muy tolerables. También hay que ser indulgente con la gente que hace lo que puede. Cada uno tenemos el intelecto que nos ha sido dado, y no se nos puede pedir más. Pero, ¿cómo reaccionar ante la incompetencia voluntaria, la dejadez, la vagancia, la displicencia intencionada? No sé vosotros pero a mí, una de las cosas que más me molesta en el trabajo, es ver cómo alguien inteligente, con gran capacidad, pasa de todo y de camino, perjudica a sus compañeros.
Esto, extrapolado a la Función Pública, me convierte en un fustigador de los niveles altos de la Administración. Jueces, directores generales, fiscales, inspectores de hacienda, etc ... ¿Quién controla a estos tíos? ¿quién les reprende por sus errores? ¿quién les castiga si no hacen bien su trabajo o les retira si se vuelven incompetentes? La respuesta es, NADIE. Hay jueces cuyas sentencias son continuamente revocadas por la segunda instancia y nadie les retira de sus cargos. Con su incompetencia, no sólo están perjudicando a los afectados durante todo el tiempo que dura el proceso (normalmente años) sino que además hacen incurrir a la Administración de Justicia en gastos e ineficiencias.
¿Para cuando un sistema de auditoría y control del trabajo de los funcionarios públicos de estos niveles? No son seres sagrados ni intocables. Son trabajadores cuyos empleos están subvencionados por todos y cuando menos, deben cumplir con diligencia.