Me gustaría enviarte una carta
un saludo volador, una ráfaga invisible de holas.
una carta donde no tenga que decirte nada
que guarde un soplido
y en ese airecito mil besos
también metería una broma
y una risa
estereofónica
ecualizada
Una risa contigo.
Si te escribiera una carta no podría decirte cuánto me pesan las horas
cómo las voy arrastrando día por día
soltándolas cada vez que el reloj avanza un poco
voy regando horas usadas, por la calle
agradecida por todo
pero las dejo
porque sé que vienen más
Y no quiero cargar con todas a la vez.
Creo que voy a escribirte una carta
voy a escribir tu nombre
y el mío juntos
para que la guardes
nos guardes
en el mejor lugar que encuentres
y esperes
con una carta,
para que estas horas y estas millas ya no importen
No importen nada.