"una cosa es predicar y otra dar trigo"

"consejos vendo que para mí no tengo"

"tú casa debe ser muy pequeña ¿no? ._ ¿por qué lo dices? ._ es que no haces más que meterte en la de los demás ..."

El poder aleja al gobernante del ciudadano. Es obvio. Pero antes sucedía después de unos años, y ahora, casi desde el primer día. Los nuevos caciques olvidan a los electores en la misma noche electoral y terminan obsesionados por resolver de una tirada el cambio climático, la desconfianza entre civilizaciones y la receta para paz mundial de una tirada.

No sé de donde viene esta epidemia de napoleones que nos aqueja pero es que salen de debajo de las piedras. Vamos a echar de menos a Margaret Thatcher, que al menos iba a lo suyo (demasiado a lo suyo, desde luego). La última, Sarkozy en Libia, y con su mujer de emisaria, vamos, ¡seguro que no tienen trabajo en Francia para meterse en países ajenos! Y de este de la foto, no digo na.

Si es que ... esta gente tiene un concepto demasiado elevado de sí mismos (sí ... , bueno ..., yo también, ...)