Obsesiones

desde los primeros tiempos las principales preocupaciones del hombre han sido procurarse alimento y seguridad. Con el tiempo, una parte del mundo (el tercer ídem) sigue teniendo exactamente las mismas preocupaciones. El segundo mundo no sabe, no contesta, y el primer mundo escribe blogs y busca cosas de las que quejarse.

Aquí, en el primer mundo ya tenemos solucionado el tema del alimento y seguridad, pero para solidarizarnos con los del tercer mundo (ya hemos dicho que los del segundo pasan del tema), hacemos como que aún andamos preocupadillos. Por eso hacemos cosas tales como incluir en el IPC la evolución del precio del caviar, de las angulas y los bogavantes junto a los más terrenales quesos, huevos y vino.



Respecto a la seguridad ... estoy harto de quitarme el cinturón en los aeropuertos, de esperar cuarto de hora ante los guardias de seguridad de cualquier oficina, de apagar el móvil o incluso dejarlo en depósito ¡porque tiene cámara!. Al final, de tanto control, te ves a ti mismo unas veces como un terrorista chihita y otras como un policía tratando de cazar a Bin Laden. Oyes a tres tíos hablando árabe en la calle y ni los miras. Los ves en el aeropuerto, y te cagas de miedo. No te digo si encima llevan mochilas.

A lo mejor son cosas mías, pero me da que cuando el cerebro no tiene cosas importantes de las que preocuparse, se las inventa.