Alimentación consciente: una buena estrategia para perder peso

Cada vez se acerca más el verano y las propuestas milagrosas para adelgazar se propagan, pero hoy te presentamos una buena estrategia para perder peso que no implica llevar a cabo una dieta ni beber determinado producto, sino que se trata de poner en práctica una alimentación consciente.

Sin restricciones específicas acerca de los alimentos a consumir o del aporte energético diario, la alimentación consciente puede ser de gran ayuda para perder kilos, pues permitiría ajustar mejor lo que comemos a las necesidades reales del organismo.

Como su nombre lo indica, se trata de volver más consciente las ingestas de alimentos y así, determinar con mayor conciencia qué consumir y cuánto. Algunas estrategias que podemos poner en práctica en casa al momento de ingerir alimentos para favorecer una alimentación consciente son:

Comer con atención, sin distracciones y lentamente, es clave para lograr una alimentación consciente, de manera que podamos saber qué se está consumiendo, detectar su sabor y la sensación de saciedad en nuestro organismo.

Recordar los alimentos consumidos en la comida anterior justo antes de comer nuevamente, con el objetivo de afectar las decisiones alimentarias en el presente. Si nuestro recuerdo nos indica que hemos comido mucho y calórico, probablemente nuestra elección natural será una preparación más ligera y de menor tamaño.

Memorizar los alimentos consumidos a lo largo del día, mediante un repaso mental, lo cual mejora la atención hacia la comida y vuelve más consciente el proceso de elección acerca de qué comer y cuánto.

Si bien estas conductas y/o estrategias no las aplicamos naturalmente, su desarrollo en el tiempo favorecerá una alimentación consciente y ésta junto a recursos para reducir las calorías diarias son de gran ayuda si queremos perder peso.

Es decir, la alimentación consciente intenta que sepamos qué comemos, cuánto comemos y que estemos atento a ello, de manera de mejorar el control en cada ingesta y escoger opciones más saludables y ajustadas a las necesidades del organismo.

Aunque no echemos mano a recursos para reducir las calorías diarias, el sólo hecho de desarrollar una alimentación más consciente puede ser una estrategia válida para perder kilos.