Darfur, tensiones entre una población


El conflicto de Darfur, región del este de Sudán, comienza en 2003, cuando se agudizan las tensiones entre la población negra y la de origen árabe, ambas mayoritariamente musulmanas. El germen del problema se cuece en 1980 cuando se producen importantes enfrentamientos entre ambas poblaciones. Las etnias africanas más importantes son los fur, los zaghawa y los masalit. El aumento demográfico de todas ellas y la terrible sequía aumentan la competencia por los escasos recursos de Darfur. La llegada al poder en 1989 de un régimen militar de corte islamista favorece a los grupos étnicos árabes frente a los agricultores negros. La hostilidad crece con la llegada de más población árabe procedente de Chad, Malí y Mauritania.
Ante este panorama dos grupos africanos rebeldes: el Movimiento Justicia e Igualdad (JEM) y el Ejército de Liberación de Sudán (SLA) acusan en 2003 al Gobierno sudanés de oprimir a la población negra y atacan las comisarías.
En febrero de 2003 el Gobierno recurre a la fuerza aérea y a los yanyauid, ganaderos árabes nómadas armados. Así nacen los llamados "demonios a caballo" que por las noches arrasan los poblados de los agricultores negros, matan a los hombres, violan a las mujeres, roban sus víveres y queman sus casas, según observadores internacionales de la ONU.
Campos de refugiados
Estos ataques provocan un éxodo masivo a los campos de refugiados del Chad. Sin embargo, ante la creciente hambruna y los reiterados ataques de los yanyauid, los refugiados se trasladan a nuevos asentamientos en la frontera este de Chad. Se trata de más de un millón de refugiados repartidos en doce campos asentados a lo largo de 700 kilómetros de desierto fronterizo. Llevan allí más de cinco años viviendo.
Según informes de la ONU "la violencia sexual contra las mujeres constituye un fenómeno generalizado, que no sólo trata de humillar y atemorizar a la población femenina, sino que persigue aumentar de este modo la población árabe".

Hoja de ruta de los conflictos en Darfur

La tensión entre las ONGs y el Gobierno sudanés, que las considera a estas organizaciones testigos incómodos, se rompe con la decisión de expulsar a trece de ellas del país, lo que está provocando que millones de personas se vean privadas de atención sanitaria, agua y alimentos. Tanto Naciones Unidas, como la Unión Africana, enviaron tropas en 2004 con el fin de supervisar el alto el fuego que no cumplió el Chad.

En 2005 una comisión internacional comprobó la existencia continua de violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos en Darfur y constató que el sistema de justicia sudanés carecía de capacidad y de voluntad para abordar estos crímenes.
En julio de 2008 el fiscal de la Corte Penal Internacional presenta cargos contra el presidente Omar al-Bashir por crímenes de guerra, de lesa humanidad, así como cargos por genocidio. La sentencia llega en marzo de 2009. El Gobierno de Jartum responde entonces con la expulsión efectiva de las trece ONGs, a las que acusa de colaborar con la Corte Penal Internacional.

Según las cifras de las Naciones Unidas más de 300.000 personas han muerto en Darfur como resultado de enfrentamientos, enfermedades y hambrunas a lo largo de los últimos seis años y al menos, 2,7 millones de personas han sido forzadas a abandonar sus hogares. Fuente: wikipedia