Benedicto XVI se niega a participar del complot contra el papa Francisco


"Yo no soy el papa, no se dirijan a mí". Esta fue la respuesta del pontífice emérito, Joseph Ratzinger, cuando la pasada semana media docena de cardenales del sector más ultraconservador de la Iglesia romana visitaron a Benedicto XVI. Le pedían que alzara la voz contra las posturas "cismáticas" del papa Francisco sobre la apertura de la Iglesia a los gais, los divorciados y las parejas no conyugales.
La escena, que responde a los cánones clásicos de las intrigas vaticanas, se produjo en el interior del monasterio Mater Ecclesiae, entre los muros del Vaticano, donde reside el papa emérito desde que hace un año y medio decidiera renunciar a su cargo por primera vez en la historia de la Iglesia moderna, y donde se dedica a la escritura, la oración y a recibir a contadas visitas. Fuente eldiario.es