En junio de 1935 tuvo lugar uno de los acontecimientos señeros en la historia política de la intelectualidad: el Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, celebrado con pompa y circunstancia en París. Su objetivo primordial era movilizar a una pléyade internacional de escritores dispuestos a hacer causa común contra el fascismo, cuyo ascenso amenazaba las raíces mismas de la civilización occidental.
Fuente: hislibris.com