Para ser juez, por ejemplo, hay que saberse un montón de leyes, leer mucho, mantenerse al día, pero ... ¿puede ser un buen juez alguien que no "sea justo", alguien a quien atenacen los prejuicios, alguien indeciso ...?. Igual con muchos otros oficios: ¿puede ser un buen carpintero una persona sin sensibilidad artística? quizá sea un artesano trabajador, metódico, pero ¿y si no tiene gusto?
Al fin y al cabo, el mercado será el encargado de poner en su sitio a los carpinteros malos, a los buenos y a los excelentes, pero no podremos recurrir al mercado contra los jueces malos a los que no retira de su puesto sino la jubilación.
Por tanto, quizá el acceso a algunos empleos de los que consideramos "no privatizables" por su vital importancia para la sociedad, debería incorporar requisitos específicos del puesto. Ser policía, juez, maestro, médico de cabecera, ... requiere formación técnica, pero también humana.
¿Y por qué reflexiono sobre esto?. Pues porque hace un par de días la persona con la sonrisa más franca que conozco me dijo que estaba en el límite entre ganar o no la plaza de maestro de primaria, y pensé que me encantaría que esta persona enseñara sus primeros pasos a los niños de mi entorno, aunque no sea sobresaliente en Lengua y Matemáticas.