me figuro que la manida expresión se refiere a que, tras una epoca de escasez, sobran algunos agujeros de la correa que sujeta nuestra panza y toca tirar de ella si no queremos quedarnos en ropa interior delante del respetable. Aunque quedándome en las meras palabras, me doy cuenta que la frase en cuestión sólo puede aplicarse a los que alguna vez estuvimos gordos no a los que ya estaban famélicos hace un par de años.
Y es que los políticos que hace unos meses se llenaban la boca de solidaridad, aprietan ahora el pescuezo de aquéllos que dependían de nosotros para sobrevivir. Los españoles hemos sido los primeros, por una vez en algo, y con una de las últimas medidas "urgentes" hemos reducido la ayuda al desarrollo, ya de por sí bastante magra. Nuestros ministros saben que los pobres de entre los pobres no se manifestarán en la Castellana y ello les habrá permitido acometer el recorte con más tranquilidad.
Bueno, nada nuevo bajo el sol en lo que toca a los políticos. Es de esperar que al menos los particulares mantengamos nuestros donativos o incluso hagamos un esfuerzo suplementario. Eso sería admirable.