Los científicos detectan siete regiones nuevas del ADN vinculadas con la diabetes tipo 2
Los investigadores sugieren que sus hallazgos podrían conducir al desarrollo de nuevos tratamientos para la enfermedad
Mary Elizabeth Dallas
Traducido del inglés: martes, 11 de febrero, 2014
LUNES, 10 de febrero de 2014 (HealthDay News) -- El descubrimiento de siete nuevas regiones del ADN vinculadas con la diabetes tipo 2 podría llevar a nuevas maneras de pensar sobre la diabetes y a nuevos tratamientos para la enfermedad, sugieren los investigadores.
Los hallazgos estaban entre los resultados del mayor estudio hasta la fecha sobre la genética de la diabetes, que compiló información genética sobre las personas de cuatro grupos étnicos distintos, apuntaron los autores del estudio.
En el estudio participaron más de 48,000 pacientes de diabetes y casi 140,000 personas sin la enfermedad. Al examinar más de 3 millones de variantes de ADN, los investigadores pudieron precisar las regiones que tienen un efecto incluso pequeño sobre el riesgo de las personas de diabetes tipo 2.
Dos de las regiones de ADN identificadas en el estudio están cerca de genes que muestran una asociación potente con unos niveles altos de insulina y glucemia. Esto ilumina cómo los procesos básicos del organismo tienen que ver con el riesgo de diabetes tipo 2, señalaron los investigadores.
"Aunque los efectos genéticos podrían ser pequeños, cada señal nos dice algo nuevo sobre la biología de la enfermedad", comentó en un comunicado de prensa de la Universidad de Oxford la primera autora del estudio, la Dra. Anubha Mahajan, que trabaja en la universidad, en Inglaterra.
"Estos hallazgos podrían conducirnos a nuevas formas de pensar sobre la enfermedad, con el objetivo final de desarrollar terapias novedosas para tratar y prevenir la diabetes", afirmó Mahajan. "Hay muchos motivos para pensar que unos fármacos que actúen sobre esos procesos biológicos tendrían un impacto mucho mayor sobre la diabetes de un individuo que los efectos genéticos que hemos descubierto".
La investigación fue llevada a cabo por un grupo internacional de científicos de 20 países, en cuatro continentes. Los científicos señalaron que el estudio incluyó a hispanos y asiáticos, no solo a personas de ascendencia europea. A medida que más información genética sobre personas del sur de Asia y de África se haga disponible, será posible examinar más de cerca los genes vinculados con la diabetes tipo 2, aseguraron.
Mark McCarthy, el investigador principal del estudio, dijo que "una de las características llamativas de estos datos es la cantidad de variación genética que influye sobre la diabetes que es compartida entre los grupos étnicos importantes".
"Esto nos permitió combinar los datos de más de 50 estudios de todo el mundo para descubrir nuevas regiones genéticas que afectan el riesgo de diabetes", apuntó en el comunicado de prensa McCarthy, del Centro de Genética Humana Wellcome Trust de Oxford.
"El solapamiento en las señales entre las poblaciones de origen europeo, asiático e hispano plantea que las regiones de riesgo que hallamos hasta la fecha no explican las claras diferencias en los patrones de la diabetes entre esos grupos", planteó McCarthy.
El Dr. Andrew Morris, investigador principal, también del Wellcome Trust, dijo que los hallazgos deben aplicar también a otras enfermedades comunes.
"Al combinar datos genéticos de los distintos grupos étnicos, deberíamos también esperar poder identificar nuevas variantes de ADN que influyan sobre el riesgo de enfermedad cardiaca y sobre algunos tipos de cáncer, por ejemplo, que sean compartidas entre los grupos étnicos", comentó Morris en el comunicado de prensa. "Tiene el potencial de tener un impacto importante sobre la salud pública global".
El informe aparece en la edición en línea del 9 de febrero de la revista Nature Genetics.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: University of Oxford, news release, Feb. 9, 2014
HealthDay
(c) Derechos de autor 2014, HealthDay
Publicado en http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_144552.html
Lo que usted debe saber sobre las enfermedades del tracto urinario
17 mayo, 2013
Una infección urinaria (IVU) es una infección de cualquier parte de las vías urinarias. Estas vías están comprendidas por una serie de órganos que se encargan de recoger, almacenar y eliminar la orina del cuerpo. Estos órganos son:
¿Cuáles son los nombres de las principales infecciones urinarias y en qué órganos se producen?
Por lo general, las infecciones urinarias son producidas por bacterias. Estas bacterias también pueden habitar en el aparato digestivo, en la vagina o alrededor de la uretra. En la mayoría de los casos, entran a la uretra y van hasta la vejiga urinaria y los riñones. El cuerpo elimina las bacterias sin que se presenten síntomas, sin embargo, algunas mujeres y personas de mayor edad, son más propensas a este tipo de infecciones.
Si usted presenta alguno de los siguientes signos o síntomas debe consultar a su médico inmediatamente:
Los cambios en el estilo de vida pueden ayudar a prevenir algunas infecciones urinarias.
Baño e higiene:
Publicado en http://www.drcaicedourologia.com/lo-que-usted-debe-saber-sobre-las-enfermedades-del-tracto-urinario
Escrito por el Dr. Caidedo. Urólogo.
http://www.drcaicedourologia.com/
Una infección urinaria (IVU) es una infección de cualquier parte de las vías urinarias. Estas vías están comprendidas por una serie de órganos que se encargan de recoger, almacenar y eliminar la orina del cuerpo. Estos órganos son:
- Los riñones: Recogen materiales de desecho y agua adicional de la sangre para producir orina.
- Los uréteres: Llevan la orina de los riñones a la vejiga urinaria.
- La vejiga urinaria: Almacena la orina y la elimina cuando está llena.
- La uretra: Traslada la orina de la vejiga urinaria al exterior (al orinar).
- La próstata: Agrega líquido al semen.
¿Cuáles son los nombres de las principales infecciones urinarias y en qué órganos se producen?
- Vejiga: Una infección en la vejiga se denomina cistitis o infección vesical.
- Riñones: Esta infección se produce en uno o ambos riñones y se denomina pielonefritis o infección renal.
- Uretra: Aquí se produce una infección desde el conducto, el cual saca la orina desde la vejiga hacia fuera. Conocido como una como una uretritis.
Por lo general, las infecciones urinarias son producidas por bacterias. Estas bacterias también pueden habitar en el aparato digestivo, en la vagina o alrededor de la uretra. En la mayoría de los casos, entran a la uretra y van hasta la vejiga urinaria y los riñones. El cuerpo elimina las bacterias sin que se presenten síntomas, sin embargo, algunas mujeres y personas de mayor edad, son más propensas a este tipo de infecciones.
Si usted presenta alguno de los siguientes signos o síntomas debe consultar a su médico inmediatamente:
- Dolor de espalda o de costado
- Escalofrío
- Fiebre
- Vómitos
Los cambios en el estilo de vida pueden ayudar a prevenir algunas infecciones urinarias.
Baño e higiene:
- Opte por el uso de toallas sanitarias (compresas) en lugar de tampones. Algunos médicos creen favorecen la probabilidad de infecciones. Cambie la toalla cada vez que vaya al baño.
- No se duche ni use aerosoles ni polvos de higiene femenina. Como regla general, no use ningún producto que contenga perfumes en el área genital.
- Mantenga su área genital aseada.
- Limpie las áreas genitales y anales antes y después de la actividad sexual.
- Orine antes y después de la actividad sexual.
- Limpiese de adelante hacia atrás después de usar el baño.
- Evite los pantalones apretados.
- Use ropa interior de tela de algodón y pantimedias y cámbielas por lo menos una vez al día.
- Tome mucha agua.
- Beba jugo de arándano agrio o use tabletas de arándano agrio, pero NO si tiene antecedentes personales o familiares de cálculos renales.
- Evite tomar líquidos que irriten la vejiga, como el alcohol y la cafeína.
Publicado en http://www.drcaicedourologia.com/lo-que-usted-debe-saber-sobre-las-enfermedades-del-tracto-urinario
Escrito por el Dr. Caidedo. Urólogo.
http://www.drcaicedourologia.com/
Enganchadas a la botella... ¡de agua!
Emulando a modelos y actrices, cuyo secreto del éxito siempre es beber mucha agua, hay jóvenes que caen en un trastorno alimentario tan peligroso como la anorexia
Alicia tiene 22 años y es una de esas chicas jóvenes que a todas horas va enganchada de una botellita de agua, porque ha escuchado machaconamente que el líquido elemento embellece, rejuvenece, adelgaza y ayuda a dejar de fumar.
Emulando a modelos y actrices, cuyo secreto del éxito siempre es beber mucha agua, esta madrileña se tomó su ejemplo en serio como si la vida le fuera en ello y la vida casi se le fue.
Entre sorbo y sorbo, terminó ingresada en el hospital Ramón y Cajal tras caer desplomada junto a su inseparable botella porque su corazón, sus venas y sus riñones estaban extenuados de tanta inundación. «Cuando abrí los ojos en la sala de urgencias me sentía tremendamente agotada pero conseguí preguntarle al médico qué tenía y cuando oí algo así como 'potonosequé' me quedé perpleja, porque no tenía ni idea de lo que era eso», relata.
La potomanía o polidipsia psicogénica es un síndrome caracterizado por el deseo compulsivo de beber gran cantidad de agua, sin sentir sed y con una sensación placentera, como resultado de una enfermedad mental, explica Enriqueta Ochoa, del Servicio de Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal.
El nombre de esta patología proviene del griego -«potos» (bebida, agua potable) y «mania» (manía)-, es decir, la manía o compulsión por beber agua.
«Estos pacientes se pueden llegar a beber entre 8-10 y hasta 15 litros de agua diarios, dependiendo de la gravedad del caso» ha precisado la doctora, quien ha advertido de que, cuando el organismo no resiste más, los afectados entran en coma y fallecen.
Trastorno alimentario
Descartadas causas físicas como la diabetes o trastornos hipotalámicos que lleven a ingerir agua en exceso, la potomanía puede clasificarse como «un trastorno alimentario no específico» asociado a otras patologías psiquiátricas.
Como la anorexia o la vigorexia, el número de personas adictas al agua crece de forma significativa en la sociedad actual donde se idolatra la apariencia física: «Se bebe por una obsesión por la salud hasta que se hace de forma compulsiva y sin control».
«Lo más frecuente es que este síndrome aparezca en el contexto de una psicosis crónica, también en algunos tipos de demencia o en una anorexia nerviosa, donde el consumo excesivo de agua se utiliza para mitigar el hambre y forzar la pérdida de peso», afirma la nutricionista María de las Mercedes Gabin.
De los calambres al coma
Pero esta ingesta desorbitada produce dilución de sodio, potasio y magnesio en sangre, con la aparición de calambres, agotamiento y pérdida de agilidad mental, hasta que se sufren graves alteraciones de la función renal. Otras consecuencias, pormenoriza Gabin, pueden ser náuseas, diuresis, cefalea, convulsiones, parálisis, insuficiencia cardiaca congestiva, letargia, coma y muerte.
El tratamiento agudo de este síndrome es restringir la toma de líquidos, lo que puede requerir la hospitalización y vigilancia estrecha del paciente, la corrección de los problemas físicos que ha ocasionado y, fundamentalmente, realizar el abordaje de la enfermedad de base (psicosis, demencia, anorexia nerviosa, etc).
La psicóloga Paloma Carrasco, autora del blog «Stand by me» sobre felicidad y crecimiento personal, subraya que, «con mucha probabilidad, nos encontraremos con una tendencia innata o adquirida a la obsesión, o una preocupación excesiva por la salud y el propio cuerpo, con una baja autoestima e incluso con síntomas depresivos».
En la potomanía se sigue un patrón bien parecido al que se obsesiona por el deporte o las dietas para estar delgado. «Al beber agua compruebo cómo mejoro y me alivio, pero a la vez, refuerzo el pensamiento de que el agua es necesaria para estar sano y/o adelgazar, y la obsesión sigue creciendo; sin darme cuenta, estaré esclavizado por una botella de agua», ha descrito.
Alicia sigue «dándole caña al mono» porque no puede, por prescripción médica, beber más de litro y medio al día -lo recomendable son entre dos y tres-, mientras que, gracias a una terapia continuada, se siente cada vez más libre de su adicción.
Las personas con potomanía, al igual que hizo ella, deben someterse a una terapia psicológica, cuyo objetivo será, según Carrasco, «el control de los impulsos y sobre todo la mejora de la estabilidad emocional».
efe / madrid
Día 07/09/2012
Publicado en http://www.abc.es/20120907/sociedad/abci-enganchadas-botella-agua-201209071104.html
Alicia tiene 22 años y es una de esas chicas jóvenes que a todas horas va enganchada de una botellita de agua, porque ha escuchado machaconamente que el líquido elemento embellece, rejuvenece, adelgaza y ayuda a dejar de fumar.
Emulando a modelos y actrices, cuyo secreto del éxito siempre es beber mucha agua, esta madrileña se tomó su ejemplo en serio como si la vida le fuera en ello y la vida casi se le fue.
Entre sorbo y sorbo, terminó ingresada en el hospital Ramón y Cajal tras caer desplomada junto a su inseparable botella porque su corazón, sus venas y sus riñones estaban extenuados de tanta inundación. «Cuando abrí los ojos en la sala de urgencias me sentía tremendamente agotada pero conseguí preguntarle al médico qué tenía y cuando oí algo así como 'potonosequé' me quedé perpleja, porque no tenía ni idea de lo que era eso», relata.
La potomanía o polidipsia psicogénica es un síndrome caracterizado por el deseo compulsivo de beber gran cantidad de agua, sin sentir sed y con una sensación placentera, como resultado de una enfermedad mental, explica Enriqueta Ochoa, del Servicio de Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal.
El nombre de esta patología proviene del griego -«potos» (bebida, agua potable) y «mania» (manía)-, es decir, la manía o compulsión por beber agua.
«Estos pacientes se pueden llegar a beber entre 8-10 y hasta 15 litros de agua diarios, dependiendo de la gravedad del caso» ha precisado la doctora, quien ha advertido de que, cuando el organismo no resiste más, los afectados entran en coma y fallecen.
Trastorno alimentario
Descartadas causas físicas como la diabetes o trastornos hipotalámicos que lleven a ingerir agua en exceso, la potomanía puede clasificarse como «un trastorno alimentario no específico» asociado a otras patologías psiquiátricas.
Como la anorexia o la vigorexia, el número de personas adictas al agua crece de forma significativa en la sociedad actual donde se idolatra la apariencia física: «Se bebe por una obsesión por la salud hasta que se hace de forma compulsiva y sin control».
«Lo más frecuente es que este síndrome aparezca en el contexto de una psicosis crónica, también en algunos tipos de demencia o en una anorexia nerviosa, donde el consumo excesivo de agua se utiliza para mitigar el hambre y forzar la pérdida de peso», afirma la nutricionista María de las Mercedes Gabin.
De los calambres al coma
Pero esta ingesta desorbitada produce dilución de sodio, potasio y magnesio en sangre, con la aparición de calambres, agotamiento y pérdida de agilidad mental, hasta que se sufren graves alteraciones de la función renal. Otras consecuencias, pormenoriza Gabin, pueden ser náuseas, diuresis, cefalea, convulsiones, parálisis, insuficiencia cardiaca congestiva, letargia, coma y muerte.
El tratamiento agudo de este síndrome es restringir la toma de líquidos, lo que puede requerir la hospitalización y vigilancia estrecha del paciente, la corrección de los problemas físicos que ha ocasionado y, fundamentalmente, realizar el abordaje de la enfermedad de base (psicosis, demencia, anorexia nerviosa, etc).
La psicóloga Paloma Carrasco, autora del blog «Stand by me» sobre felicidad y crecimiento personal, subraya que, «con mucha probabilidad, nos encontraremos con una tendencia innata o adquirida a la obsesión, o una preocupación excesiva por la salud y el propio cuerpo, con una baja autoestima e incluso con síntomas depresivos».
En la potomanía se sigue un patrón bien parecido al que se obsesiona por el deporte o las dietas para estar delgado. «Al beber agua compruebo cómo mejoro y me alivio, pero a la vez, refuerzo el pensamiento de que el agua es necesaria para estar sano y/o adelgazar, y la obsesión sigue creciendo; sin darme cuenta, estaré esclavizado por una botella de agua», ha descrito.
Alicia sigue «dándole caña al mono» porque no puede, por prescripción médica, beber más de litro y medio al día -lo recomendable son entre dos y tres-, mientras que, gracias a una terapia continuada, se siente cada vez más libre de su adicción.
Las personas con potomanía, al igual que hizo ella, deben someterse a una terapia psicológica, cuyo objetivo será, según Carrasco, «el control de los impulsos y sobre todo la mejora de la estabilidad emocional».
efe / madrid
Día 07/09/2012
Publicado en http://www.abc.es/20120907/sociedad/abci-enganchadas-botella-agua-201209071104.html
Células reprogramadas de la piel logran curar la diabetes tipo 1 en ratones
R. IBARRA / MADRID Día 07/02/2014
Las células resultantes, una vez trasplantadas, son capaces de fabricar la insulina necesaria para tratar la enfermedad
A pesar de que de momento solo se ha podido demostrar en animales, la posibilidad de poder curar la diabetes tipo 1, la menos frecuente pero con muchas complicaciones, supone un paso enorme para la medicina regenerativa. La solución pasaría por reprogramar células de la piel para conventirlas en células pancreáticas productoras de insulina, un deseo buscado desde hace tiempo pero que ahora parece posible gracias a un equipo de investigadores del Instituto Gladstone, en EE.UU.
La diabetes tipo 1 se produce debido a que las células productoras de insulina –células beta-, localizadas en el páncreas, son incapaces de cumplir con su proceso, o lo hacen de forma ineficiente. Y la insulina es fundamental para que los órganos absorban el azúcar necesaria para que produzcan energía. Ello obliga a los pacientes a depender del tratamiento con insulina de por vida. Hasta ahora muchos investigadores han tratado de obtener células para suplir esta carencia, pero los resultados no han sido buenos.
Sin embargo la consolidación de la medicina regenerativa, de la terapia celular, etc. ha modificado el panorama en el tratamiento de la diabetes tipo 1. La posibilidad de reprogramar células o de obtener nuevas células que sean capaces de producir la insulina necesaria no es ya un mero deseo. En el trabajo que se publica en «Cell Stem Cell» los científicos han logrado producir las cantidades necesarias de células beta productoras de insulina para trasplantarlas a un paciente, algo que hasta ahora había sido imposible. «El poder de la medicina regenerativa es que nos puede proporcionar una fuente ilimitada de células beta productoras de insulina funcionales que pueden ser trasplantadas en el paciente», señala S. Ding, quien debido a que intentos anteriores no había logrado éxito propuso un enfoque «algo diferente».
Uno de los principales desafíos para la generación de grandes cantidades de células beta es que tienen una limitada capacidad regenerativa; es decir, vez que maduran es difícil hacer más. Así que los investigadores decidieron retroceder un poco más en el ciclo celular. Primero obtuvieron células de la piel, llamadas fibroblastos, de ratones de laboratorio. A continuación, mediante el tratamiento de los fibroblastos con un «cóctel» de moléculas y factores de reprogramación, transformaron las células en células similares a las del endodermo, un tipo de célula que se encuentra en una fase embrionaria inicial, y que maduran generando los principales órganos, incluyendo el páncreas.
La medicina regenerativa proporciona una fuente ilimitada de células beta productoras de insulina funcionales que pueden ser trasplantadas
Al reprogramar las células con otro «cóctel» de moléculas y factores de reprogramación, los investigadores transformaron las células del endodermo en células que imitan las células del páncreas, que llamaron de PPLC. Y, según explica otro de los investigadores, Ke Li «el objetivo inicial era ver si podíamos lograr que dichas células PPLC maduraran y se convirtieran en células que, al igual que las células beta, responden a las señales químicas correctas y, lo más importante, secretan insulina. Y nuestros experimentos iniciales, realizados en el laboratorio, revelaron que sí».
Para Miguel Ángel Barajas, del Laboratorio de Terapia Celular de la Clínica Universitaria de Navarra (CUN), el trabajo es «muy interesante» porque su enfoque es distinto: «en vez de ir a una fase muy embrionaria, retrocede solo un poco en el desarrollo embrionario pero, al mismo tiempo que las células se reprograman, se inicia la diferenciación. Al hacerlo todo a la vez -reprogramar y diferenciarse-, el sistema es más eficiente». Y, además, es la primera vez que ésto se hace en páncreas, aunque se había logrado en células cardíacas.
Animales vivos
El paso siguiente era demostrarlo en animales vivos, así que trasplantaron las células PPLC en ratones modificados para tener hiperglucemia -altos niveles de glucosa-, un indicador clave de la diabetes. A la semana del trasplante ya vieron que los niveles de glucosa de los animales descendieron a niveles normales. «Y cuando quitamos las células trasplantadas vimos un pico inmediato glucosa, que revela una relación directa entre el trasplante de PPLC y la reducción de la hiperglucemia» señala Li.
Pero la confirmación de su trabajo llegó a las 8 semanas: las céulas PPLC de habían fabricado células beta secretoras de insulina completamente funcionales. Este paso, señala Barajas, es lo que hace diferente al estudio. «Muchos trabajos logran resultados parecidos en el laborarorio, pero en esta ocasión lo han demostrado en vivo. Los ratones diabéticos recuperaron sus niveles de glucosa normales». Y además, destaca el investigador español, ha demostrado que no sólo fabrican células beta, sino el «resto del linaje celular de los islotes pancréticos».
Los autores del trabajo consideran que «los resultados no hacen sino resaltar el poder de las moléculas en la reprogramación celular y son una prueba de concepto para un futuro enfoque terapéutico personalizado en pacientes», reconoce Ding. El paso siguiente es trasladar los resultados a la clínica en humanos.
Ese es el único «pero» de la investigación para Barajas, «aunque seguro que ya estarán en ello». También deberán resolver el hecho de que han usado «células casi embrionarias, con lo cual es más fácil trabajar. Su reto es no sólo hacerlo en humanos, sino utilizar fibroblastos adultos».
Medicina regenerativa
La profusión de artículos en las últimas semanas relacionados con avances en el campo de la medicina regenerativa, especialmente el publicado en «Nature» sobre un nuevo método más sencillo para generar células madre pluripotentes capaces de diferenciarse en cualquier tipo de células, tienen entusiasmados a los investigadores en este campo. Miguel Ángel Barajas, del Laboratorio de Terapia Celular de la Clínica Universitaria de Navarra (CUN), cree que si estos últimos ensayos del Instituto Riken, y otros en esta misma dirección, se reproducen en otros laboratorios, se habrá una dado «paso de gigante en el campo de la medicina regenerativa».
En 2013 ya se han fabricado minicerebros y minirriñones en el laboratorio. También se ha utilizado células iPS reprogramadas para obetener células cardiacas, musculares, neuronales o para regenerar hueso. La medicina regenerativa ya está aquí.
Publicado en http://www.abc.es/salud/noticias/20140206/abci-celulas-diabetes-insulina-201402061400.html
Las células resultantes, una vez trasplantadas, son capaces de fabricar la insulina necesaria para tratar la enfermedad
A pesar de que de momento solo se ha podido demostrar en animales, la posibilidad de poder curar la diabetes tipo 1, la menos frecuente pero con muchas complicaciones, supone un paso enorme para la medicina regenerativa. La solución pasaría por reprogramar células de la piel para conventirlas en células pancreáticas productoras de insulina, un deseo buscado desde hace tiempo pero que ahora parece posible gracias a un equipo de investigadores del Instituto Gladstone, en EE.UU.
La diabetes tipo 1 se produce debido a que las células productoras de insulina –células beta-, localizadas en el páncreas, son incapaces de cumplir con su proceso, o lo hacen de forma ineficiente. Y la insulina es fundamental para que los órganos absorban el azúcar necesaria para que produzcan energía. Ello obliga a los pacientes a depender del tratamiento con insulina de por vida. Hasta ahora muchos investigadores han tratado de obtener células para suplir esta carencia, pero los resultados no han sido buenos.
Sin embargo la consolidación de la medicina regenerativa, de la terapia celular, etc. ha modificado el panorama en el tratamiento de la diabetes tipo 1. La posibilidad de reprogramar células o de obtener nuevas células que sean capaces de producir la insulina necesaria no es ya un mero deseo. En el trabajo que se publica en «Cell Stem Cell» los científicos han logrado producir las cantidades necesarias de células beta productoras de insulina para trasplantarlas a un paciente, algo que hasta ahora había sido imposible. «El poder de la medicina regenerativa es que nos puede proporcionar una fuente ilimitada de células beta productoras de insulina funcionales que pueden ser trasplantadas en el paciente», señala S. Ding, quien debido a que intentos anteriores no había logrado éxito propuso un enfoque «algo diferente».
Uno de los principales desafíos para la generación de grandes cantidades de células beta es que tienen una limitada capacidad regenerativa; es decir, vez que maduran es difícil hacer más. Así que los investigadores decidieron retroceder un poco más en el ciclo celular. Primero obtuvieron células de la piel, llamadas fibroblastos, de ratones de laboratorio. A continuación, mediante el tratamiento de los fibroblastos con un «cóctel» de moléculas y factores de reprogramación, transformaron las células en células similares a las del endodermo, un tipo de célula que se encuentra en una fase embrionaria inicial, y que maduran generando los principales órganos, incluyendo el páncreas.
La medicina regenerativa proporciona una fuente ilimitada de células beta productoras de insulina funcionales que pueden ser trasplantadas
Al reprogramar las células con otro «cóctel» de moléculas y factores de reprogramación, los investigadores transformaron las células del endodermo en células que imitan las células del páncreas, que llamaron de PPLC. Y, según explica otro de los investigadores, Ke Li «el objetivo inicial era ver si podíamos lograr que dichas células PPLC maduraran y se convirtieran en células que, al igual que las células beta, responden a las señales químicas correctas y, lo más importante, secretan insulina. Y nuestros experimentos iniciales, realizados en el laboratorio, revelaron que sí».
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Para Miguel Ángel Barajas, del Laboratorio de Terapia Celular de la Clínica Universitaria de Navarra (CUN), el trabajo es «muy interesante» porque su enfoque es distinto: «en vez de ir a una fase muy embrionaria, retrocede solo un poco en el desarrollo embrionario pero, al mismo tiempo que las células se reprograman, se inicia la diferenciación. Al hacerlo todo a la vez -reprogramar y diferenciarse-, el sistema es más eficiente». Y, además, es la primera vez que ésto se hace en páncreas, aunque se había logrado en células cardíacas.
Animales vivos
El paso siguiente era demostrarlo en animales vivos, así que trasplantaron las células PPLC en ratones modificados para tener hiperglucemia -altos niveles de glucosa-, un indicador clave de la diabetes. A la semana del trasplante ya vieron que los niveles de glucosa de los animales descendieron a niveles normales. «Y cuando quitamos las células trasplantadas vimos un pico inmediato glucosa, que revela una relación directa entre el trasplante de PPLC y la reducción de la hiperglucemia» señala Li.
Pero la confirmación de su trabajo llegó a las 8 semanas: las céulas PPLC de habían fabricado células beta secretoras de insulina completamente funcionales. Este paso, señala Barajas, es lo que hace diferente al estudio. «Muchos trabajos logran resultados parecidos en el laborarorio, pero en esta ocasión lo han demostrado en vivo. Los ratones diabéticos recuperaron sus niveles de glucosa normales». Y además, destaca el investigador español, ha demostrado que no sólo fabrican células beta, sino el «resto del linaje celular de los islotes pancréticos».
Los autores del trabajo consideran que «los resultados no hacen sino resaltar el poder de las moléculas en la reprogramación celular y son una prueba de concepto para un futuro enfoque terapéutico personalizado en pacientes», reconoce Ding. El paso siguiente es trasladar los resultados a la clínica en humanos.
Ese es el único «pero» de la investigación para Barajas, «aunque seguro que ya estarán en ello». También deberán resolver el hecho de que han usado «células casi embrionarias, con lo cual es más fácil trabajar. Su reto es no sólo hacerlo en humanos, sino utilizar fibroblastos adultos».
Medicina regenerativa
La profusión de artículos en las últimas semanas relacionados con avances en el campo de la medicina regenerativa, especialmente el publicado en «Nature» sobre un nuevo método más sencillo para generar células madre pluripotentes capaces de diferenciarse en cualquier tipo de células, tienen entusiasmados a los investigadores en este campo. Miguel Ángel Barajas, del Laboratorio de Terapia Celular de la Clínica Universitaria de Navarra (CUN), cree que si estos últimos ensayos del Instituto Riken, y otros en esta misma dirección, se reproducen en otros laboratorios, se habrá una dado «paso de gigante en el campo de la medicina regenerativa».
En 2013 ya se han fabricado minicerebros y minirriñones en el laboratorio. También se ha utilizado células iPS reprogramadas para obetener células cardiacas, musculares, neuronales o para regenerar hueso. La medicina regenerativa ya está aquí.
Publicado en http://www.abc.es/salud/noticias/20140206/abci-celulas-diabetes-insulina-201402061400.html
Una gira de expertos internacionales en diabetes recorre seis ciudades españolas para contribuir a la formación de endocrinólogos
Sant Cugat del Vallès (Barcelona), 7 de febrero de 2014
En los últimos años, los tratamientos basados en el sistema incretínico -inhibidores DPP-4 (iDPP-4) y agonistas de receptores de GLP-1 (a-GLP-1)- han tenido un gran impacto en el tratamiento de la diabetes, dadas las ventajas que presentan por la reducida tasa de hipoglucemias y la menor ganancia de peso asociadas a su uso. Junto con este grupo terapéutico, los inhibidores del cotransportador de sodio y glucosa tipo 2 (SGLT2) son la mayor innovación en esta área, en opinión del Dr.Juris J. Meier, Jefe del Servicio de Endocrinología y Diabetes del Hospital Saint Josef de la Universidad de la Ruhr Bochum (Alemania).
Así lo ha manifestado durante su participación en el ciclo formativo "Encuentros con el Experto", una iniciativa conjunta entre la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), a través de su Grupo de trabajo en Diabetes (GTD-SEEN), y la Alianza Boehringer Ingelheim y Lilly en Diabetes. Cerca de 500 endocrinólogos han tenido la oportunidad de ponerse al día mediante esta iniciativa docente, que ha llevado a expertos internacionales en diabetes asistencial e investigación clínica, a impartir formación en seis sedes que involucraban a aproximadamente 30 hospitales nacionales.
De esta forma, se ha buscado acercar al mayor número de especialistas los últimos avances en relación a la patología. "En el mundo de la medicina se está generando conocimiento continuamente, y una de nuestras obligaciones como profesionales de la salud es tener un conocimiento lo más actualizado posible. La posibilidad de interaccionar con personas de relevancia científica siempre es un estímulo", apunta el endocrinólogo Manuel Puig, presidente electo de la SEEN, que ha participado como moderador en los Encuentros con el Experto.
Los coordinadores del GTD-SEEN (los doctores Martín López de la Torre, Pedro Mezquita Raya y Óscar Moreno Pérez) explican que las sesiones, desarrolladas entre septiembre de 2013 y enero de 2014, "han alcanzado el más alto nivel científico, en un ambiente distendido entre ponentes y asistentes, consiguiendo optimizar los encuentros en distintas áreas temáticas". Las ciudades donde se ha realizado la formación de manera presencial han sido Barcelona, Madrid, Granada, Santiago, Pamplona y Alicante.
Papel clave en el desarrollo de la diabetes
Además del Dr. Meier, han participado el Dr. Angelo Avogaro, Jefe de Servicio de la Unidad de Enfermedades Metabólicas del Departamento de Medicina de la Universidad de Padua (Italia), que ha abordado los efectos no glucémicos de las terapias antidiabéticas; y el Dr. Jens Juul Holst, Profesor de Fisiología Médica del Departamento de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Copenhague (Dinamarca), sobre terapia combinada en diabetes.
Según el Dr. Juris J. Meier, el tratamiento actual de la diabetes avanza hacia un inicio más temprano de la terapia y existen estudios en marcha con nuevos e interesantes enfoques. En su opinión, los fármacos actuales, son buenos y ofrecen múltiples opciones de tratamiento, aunque la terapia combinada cada vez se va a imponer más en el futuro.
La charla del endocrinólogo alemán se ha centrado en el papel de la disfunción de las células beta en la patogénesis de la diabetes tipo 2 (DM2), ya que "son clave en su desarrollo y hay abundante evidencia científica que demuestra la existencia de un mayor déficit en la masa y función de las células beta en las personas con DM2". De la misma opinión son los coordinadores del GTD-SEEN, que añaden que "el conocimiento del proceso que lleva al deterioro de la función de la célula beta es fundamental, dado que permite desarrollar tratamientos que actúen sobre estos defectos".
Aunque existen estudios que apuntan que algunas terapias pueden preservar la función de las células beta, el Dr. Meier cree necesario continuar investigando para conseguir frenar la progresión de la diabetes tipo 2. En este sentido, el Dr. Manuel Puig apunta que los profesionales sanitarios todavía tienen mucho por hacer en el área de la diabetes: "aunque no podamos curarla un avance significativo sería conseguir tratamientos que consigan detener la progresión". "Además continúa-, debemos encaminarnos a detectar la diabetes con una precocidad suficiente para prevenir las complicaciones, que se desarrollan de manera silente. Esto se conseguiría con proactividad en la detección entre las personas con más riesgo, por un lado, y con un cribaje más universal por el otro, al estilo de lo que ya se hace con la diabetes gestacional".
Tratamiento combinado y efectos no glucémicos
En cuanto a la terapia combinada en diabetes, otro de los temas que se han abordado en los encuentros, los expertos de la SEEN apuntan que "la búsqueda de mecanismos de acción complementarios y el conocimiento de interacciones entre los fármacos disponibles permite un tratamiento más eficaz. La combinación de estos tratamientos debe iniciarse de forma precoz y basarse en intentar corregir las anomalías causantes de la progresión de la enfermedad".
En referencia a los efectos no glucémicos de las terapias antidiabéticas, los coordinadores del GTD-SEEN han hecho referencia a las propiedades cardioprotectoras de los fármacos basados en el sistema incretínico (iDPP-4 y aGLP-1), "si bien para obtener una respuesta definitiva es necesario esperar a los resultados de los estudios clínicos en marcha a más largo plazo".
Publicado en http://www.denoticias.es/noticias/69261/una-gira-expertos-internacionales-diabetes-recorre-seis-ciudades-espanolas-contribuir-formacion-endocrinologos/
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| "Esta ilustración es una representación artística y no representa necesariamente los efectos clínicos" |
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Así lo ha manifestado durante su participación en el ciclo formativo "Encuentros con el Experto", una iniciativa conjunta entre la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), a través de su Grupo de trabajo en Diabetes (GTD-SEEN), y la Alianza Boehringer Ingelheim y Lilly en Diabetes. Cerca de 500 endocrinólogos han tenido la oportunidad de ponerse al día mediante esta iniciativa docente, que ha llevado a expertos internacionales en diabetes asistencial e investigación clínica, a impartir formación en seis sedes que involucraban a aproximadamente 30 hospitales nacionales.
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De esta forma, se ha buscado acercar al mayor número de especialistas los últimos avances en relación a la patología. "En el mundo de la medicina se está generando conocimiento continuamente, y una de nuestras obligaciones como profesionales de la salud es tener un conocimiento lo más actualizado posible. La posibilidad de interaccionar con personas de relevancia científica siempre es un estímulo", apunta el endocrinólogo Manuel Puig, presidente electo de la SEEN, que ha participado como moderador en los Encuentros con el Experto.
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Los coordinadores del GTD-SEEN (los doctores Martín López de la Torre, Pedro Mezquita Raya y Óscar Moreno Pérez) explican que las sesiones, desarrolladas entre septiembre de 2013 y enero de 2014, "han alcanzado el más alto nivel científico, en un ambiente distendido entre ponentes y asistentes, consiguiendo optimizar los encuentros en distintas áreas temáticas". Las ciudades donde se ha realizado la formación de manera presencial han sido Barcelona, Madrid, Granada, Santiago, Pamplona y Alicante.
Papel clave en el desarrollo de la diabetes
Además del Dr. Meier, han participado el Dr. Angelo Avogaro, Jefe de Servicio de la Unidad de Enfermedades Metabólicas del Departamento de Medicina de la Universidad de Padua (Italia), que ha abordado los efectos no glucémicos de las terapias antidiabéticas; y el Dr. Jens Juul Holst, Profesor de Fisiología Médica del Departamento de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Copenhague (Dinamarca), sobre terapia combinada en diabetes.
Según el Dr. Juris J. Meier, el tratamiento actual de la diabetes avanza hacia un inicio más temprano de la terapia y existen estudios en marcha con nuevos e interesantes enfoques. En su opinión, los fármacos actuales, son buenos y ofrecen múltiples opciones de tratamiento, aunque la terapia combinada cada vez se va a imponer más en el futuro.
La charla del endocrinólogo alemán se ha centrado en el papel de la disfunción de las células beta en la patogénesis de la diabetes tipo 2 (DM2), ya que "son clave en su desarrollo y hay abundante evidencia científica que demuestra la existencia de un mayor déficit en la masa y función de las células beta en las personas con DM2". De la misma opinión son los coordinadores del GTD-SEEN, que añaden que "el conocimiento del proceso que lleva al deterioro de la función de la célula beta es fundamental, dado que permite desarrollar tratamientos que actúen sobre estos defectos".
Aunque existen estudios que apuntan que algunas terapias pueden preservar la función de las células beta, el Dr. Meier cree necesario continuar investigando para conseguir frenar la progresión de la diabetes tipo 2. En este sentido, el Dr. Manuel Puig apunta que los profesionales sanitarios todavía tienen mucho por hacer en el área de la diabetes: "aunque no podamos curarla un avance significativo sería conseguir tratamientos que consigan detener la progresión". "Además continúa-, debemos encaminarnos a detectar la diabetes con una precocidad suficiente para prevenir las complicaciones, que se desarrollan de manera silente. Esto se conseguiría con proactividad en la detección entre las personas con más riesgo, por un lado, y con un cribaje más universal por el otro, al estilo de lo que ya se hace con la diabetes gestacional".
Tratamiento combinado y efectos no glucémicos
En cuanto a la terapia combinada en diabetes, otro de los temas que se han abordado en los encuentros, los expertos de la SEEN apuntan que "la búsqueda de mecanismos de acción complementarios y el conocimiento de interacciones entre los fármacos disponibles permite un tratamiento más eficaz. La combinación de estos tratamientos debe iniciarse de forma precoz y basarse en intentar corregir las anomalías causantes de la progresión de la enfermedad".
En referencia a los efectos no glucémicos de las terapias antidiabéticas, los coordinadores del GTD-SEEN han hecho referencia a las propiedades cardioprotectoras de los fármacos basados en el sistema incretínico (iDPP-4 y aGLP-1), "si bien para obtener una respuesta definitiva es necesario esperar a los resultados de los estudios clínicos en marcha a más largo plazo".
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