Andalucía contribuye al récord en donaciones de órganos

Martes, 25 Febrero 2014 13:04

En un solo día, los hospitales Virgen del Rocío de Sevilla y Regional de Málaga realizaron un trasplante renal, uno combinado de riñón y páncreas, un trasplante cardíaco y uno hepático, además de trasplantes de tejidos.

Los hospitales andaluces Virgen del Rocío de Sevilla y Regional de Málaga han contribuido al nuevo récord nacional de trasplantes conseguido al realizar, en un solo día –el pasado 20--, 45 trasplantes procedentes de 16 donantes, dos de ellos vivos. En concreto, se registró en Andalucía una donación multiorgánica que posibilitó la realización de tres trasplantes en el hospital sevillano Virgen del Rocío y otros dos en el Hospital Regional de Málaga.

En el Hospital Virgen del Rocío, se realizó un trasplante cardíaco (en un paciente grave en ‘urgencia cero’), uno hepático y otro trasplante renal, mientras que en el Hospital Regional de Málaga se llevó a cabo un trasplante combinado de riñón-páncreas a un solo paciente. Todos los pacientes trasplantados se encuentran estables y evolucionan favorablemente.

Estos cinco órganos trasplantados contribuyen así a alcanzar los 45 realizado en el territorio nacional y que han dado lugar al nuevo récord español de trasplantes. En las intervenciones participaron un total de 100 profesionales de los centros hospitalarios públicos, con la colaboración de servicios de emergencias, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad o Protección Civil, entre otros, que han trabajado de forma simultánea y coordinada.

La consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, ha destacado “el extraordinario trabajo realizado por todos los equipos de trasplantes implicados, especialmente los de los hospitales Virgen del Rocío y Regional de Málaga”. Sánchez Rubio ha manifestado además su “admiración y gratitud a los familiares de los donantes de órganos por su extraordinaria solidaridad y generosidad”
Actividad 2013

Durante 2013, los hospitales públicos andaluces han realizado 686 trasplantes de órganos, de los que 61 fueron gracias a donaciones de vivo (60 renales y 1 hepático). Estas excelentes cifras se deben a la solidaridad que han mostrado las familias de 297 donantes fallecidos y a los 61 donantes vivos. Desde 1978 hasta el 31 de diciembre de 2013, se han realizado 13.452 trasplantes.

En los tres últimos años, la tasa de donación de órganos de Andalucía viene superando a la tasa de España, que es la más alta del mundo. En 2013, la tasa nacional se situó en 35,1 donantes por millón de población y, en Andalucía, la tasa fue de 35,2. En 2012, la tasa nacional se situó en 34,8 y, en Andalucía, fue de 36,1. Finalmente, en 2011, España tuvo 35,3 y la tasa de Andalucía fue de 36,6.

De los 686 trasplantes de órganos registrados en 2013, 412 fueron de riñón (de ellos, 3 birrenales, 60 de donante vivo y 11 infantiles), 195 de hígado (de los que 9 son infantiles y uno de donante vivo), 34 de pulmón (2 infantiles), 27 de corazón (2 infantiles) y 18 de páncreas. A estos trasplantes de órganos hay que sumar también que más de 1.400 pacientes han recibido implantes de distintos tejidos (córneas, válvulas cardíacas, tejido óseo, segmentos vasculares, etc.).

La distribución de los trasplantes realizados en 2013 en cada uno de los cinco hospitales andaluces autorizados para ello es la siguiente: en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz se han practicado 67 trasplantes renales; en el Hospital Reina Sofía de Córdoba se han realizado 166 trasplantes (54 de riñón, 54 de hígado, 34 de pulmón, 12 de corazón y 12 de páncreas); en el Hospital Virgen de las Nieves de Granada se han llevado a cabo 117 (90 trasplantes renales y 27 hepáticos); el Regional de Málaga ha practicado 152 trasplantes (106 de riñón, 40 de hígado y 6 de páncreas); y el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla ha trasplantado 184 órganos (95 riñones, 74 hígados y 15 corazones).

El perfil del donante fallecido de órganos presenta cada vez mayor edad y continúa modificándose de forma progresiva, lo que sigue constituyendo una dificultad y un reto para los profesionales sanitarios. La edad media ha pasado de 35 años en 1991 a más de 61 años en 2013. Los donantes menores de 45 años han pasado de representar el 66% en 1993 a significar sólo el 12% en 2013. Por el contrario, los donantes de 60 o más años han pasado del 6% en 1993 al 58% en 2013. De hecho uno de cada tres donantes tiene 70 o más años.

Este cambio del perfil del donante está causado en gran parte por el descenso de la mortalidad por accidentes de tráfico, que ha pasado de representar un 38% del total de los donantes de órganos hace 20 años a solo un 5% en el pasado año, hecho del que toda la sociedad tiene que felicitarse.

Respecto al perfil de los donantes vivos, el 62% es mujer. El donante vivo de mayor edad contaba con 71 años y el de menor edad con 22. En cuanto al grado de parentesco con el receptor, mayoritariamente las donaciones se han producido de padres a hijos, seguido de las realizadas entre parejas y hermanos.
www.SevillaActualidad.com


Publicado en http://www.sevillaactualidad.com/andalucia/24693-andalucia-contribuye-a-un-nuevo-record-en-donaciones-de-organos


Donación de órganos, historias con final feliz


De la misma manera como una persona puede darnos un relato enternecedor acerca de la forma como salvó su vida gracias a la donación de un órgano recibida de un semejante, muchos familiares nos pueden contar la tragedia de un ser querido que murió con esa esperanza. Así lo refleja nuestra historia de hoy, Día Mundial del Trasplante.

Luis Mendieta se ubicó entre el grupo de los desafortunados, y ahora su esposa cuenta cómo, pese a luchar por dos años contra una insuficiencia renal crónica, “el miedo que la gente tenía” no le permitió recibir un órgano para aferrarse a la existencia.

Lo que la señora, ahora viuda de Mendieta, describe como “miedo”, en realidad es una falta de cultura sobre el tema, que se ve mal acompañada por mitos, creencias religiosas o puro desconocimiento, lo cual al final tiene el mismo resultado: rechazo a la donación.

Esa situación no deja de ser alarmante, especialmente porque la red hospitalaria del país recibe cada año un promedio de 1 mil 200 casos nuevos de personas con problemas renales graves, quienes eventualmente requerirán de un trasplante.

La consecuencia es que, de ese total, solo unos 40 son incorporados al programa de trasplantes, y finalmente la cifra de quienes sí reciben un nuevo riñón se reduce a 29. Y el caso de quienes esperan una donación de hígado o corazón es peor, pues en el país no se practican esos complicados procedimientos quirúrgicos, aunque se prevé que pronto se hagan trasplantes de hígados con el apoyo del Gobierno de Taiwán.

De acuerdo con los expertos en esos temas, el asunto pasa mucho por que se carece de efectivas campañas para hacer conciencia entre la población sobre la importancia de la donación, incluyendo la que se logra al momento de fallecer el donante, situación que está regulada en una ley específica (Ley para la Disposición de Órganos y Tejidos Humanos, Decreto 91-96 del Congreso de la República). Al menos el año pasado, de los 29 trasplantes esfectuados en insuficiencia renal crónica, 23 fueros de una fuente viva y 6 de fuente cadavérica. Dicho de otra forma, esas 6, personas que fallecieron, a su vez le dieron vida a igual número de personas.

Lo ideal es que las historias tristes de esperas infructuosas de un donante se cambien por relatos conmovedores de vidas salvadas, como la de Sara Tejax, cuyo hijo debería recibir un nuevo riñón, pero ella sería la donadora ideal. Ahora su pequeño hijo solo piensa en volver al colegio y graduarse. “Quiero recompensar este esfuerzo a mi madre”, afirma.




Donación de órganos, historias con final feliz



De la misma manera como una persona puede darnos un relato enternecedor acerca de la forma como salvó su vida gracias a la donación de un órgano recibida de un semejante, muchos familiares nos pueden contar la tragedia de un ser querido que murió con esa esperanza. Así lo refleja nuestra historia de hoy, Día Mundial del Trasplante.

Luis Mendieta se ubicó entre el grupo de los desafortunados, y ahora su esposa cuenta cómo, pese a luchar por dos años contra una insuficiencia renal crónica, “el miedo que la gente tenía” no le permitió recibir un órgano para aferrarse a la existencia.

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Esa situación no deja de ser alarmante, especialmente porque la red hospitalaria del país recibe cada año un promedio de 1 mil 200 casos nuevos de personas con problemas renales graves, quienes eventualmente requerirán de un trasplante.

La consecuencia es que, de ese total, solo unos 40 son incorporados al programa de trasplantes, y finalmente la cifra de quienes sí reciben un nuevo riñón se reduce a 29. Y el caso de quienes esperan una donación de hígado o corazón es peor, pues en el país no se practican esos complicados procedimientos quirúrgicos, aunque se prevé que pronto se hagan trasplantes de hígados con el apoyo del Gobierno de Taiwán.

De acuerdo con los expertos en esos temas, el asunto pasa mucho por que se carece de efectivas campañas para hacer conciencia entre la población sobre la importancia de la donación, incluyendo la que se logra al momento de fallecer el donante, situación que está regulada en una ley específica (Ley para la Disposición de Órganos y Tejidos Humanos, Decreto 91-96 del Congreso de la República). Al menos el año pasado, de los 29 trasplantes esfectuados en insuficiencia renal crónica, 23 fueros de una fuente viva y 6 de fuente cadavérica. Dicho de otra forma, esas 6, personas que fallecieron, a su vez le dieron vida a igual número de personas.

Lo ideal es que las historias tristes de esperas infructuosas de un donante se cambien por relatos conmovedores de vidas salvadas, como la de Sara Tejax, cuyo hijo debería recibir un nuevo riñón, pero ella sería la donadora ideal. Ahora su pequeño hijo solo piensa en volver al colegio y graduarse. “Quiero recompensar este esfuerzo a mi madre”, afirma.



Un tratamiento para la diabetes tipo 1 permite inyectarse insulina cada dos años

El foco del estudio es rebajar la inflamación de los islotes pancreáticos para que continúen produciendo insulina


Un estudio publicado recientemente en la revista científica «Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism» asegura que un nuevo acercamiento a la diabetes tipo 1, que afecta a millones de personas en todo el mundo, permite que los enfermos sólo tengan que inyectarse insulina cada dos años.

La investigación se ha llevado a cabo durante más de dos años entre el Centro de Salud de la Universidad de Colorado en Estados Unidos y la Universidad de Ben Gurión en el Negev, Israel. La diabetes tipo 1 es una enfermedad en la que el sistema inmunológico del cuerpo destruye las células que producen insulina en el páncreas.

Durante la investigación, que ha logrado pasar la primera fase en Estados Unidos, los investigadores decidieron fijarse en los tejidos dañados en los islotes pancreáticos, encargados de producir la insulina. Según el doctor Eli Lewis, de la Universidad de Ben Gurión, que ha co-dirigido la investigación con sus colegas estadounidenses, el foco de su estudio era rebajar la inflamación de estos islotes pancreáticos para que continuasen produciendo insulina. Para conseguirlo, probaron con el serum proteínico conocido como Alpha1-Antitrypsin (AAT), que administraron a los pacientes vía goteo intravenoso.

«El tratamiento duró desde ocho a doce meses en algunos casos y fue un éxito, por que a muchos pacientes les rebajó las dosis de insulina que tenían que pincharse por lo general, e incluso en algunos casos, no tuvieron que hacerlo hasta dos años después», comentó Lewis.

El tratamiento además no tuvo ningún efecto adverso en ninguno de los pacientes, incluyendo adolescentes. Lewis calcula que todavía pasarán unos dos años hasta que el sérum proteínico ATT se incluya dentro del tratamiento normal de la diabetes tipo 1, ya que aún deben pasar tres ensayos clínicos más en Estados Unidos para ser aprobados por la FDA (Food and Drug Administration), el órgano estadounidense encargado de aprobar todos los medicamentos en el país.

Un tratamiento para la diabetes tipo 1 permite inyectarse insulina cada dos años

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Durante la investigación, que ha logrado pasar la primera fase en Estados Unidos, los investigadores decidieron fijarse en los tejidos dañados en los islotes pancreáticos, encargados de producir la insulina. Según el doctor Eli Lewis, de la Universidad de Ben Gurión, que ha co-dirigido la investigación con sus colegas estadounidenses, el foco de su estudio era rebajar la inflamación de estos islotes pancreáticos para que continuasen produciendo insulina. Para conseguirlo, probaron con el serum proteínico conocido como Alpha1-Antitrypsin (AAT), que administraron a los pacientes vía goteo intravenoso.

«El tratamiento duró desde ocho a doce meses en algunos casos y fue un éxito, por que a muchos pacientes les rebajó las dosis de insulina que tenían que pincharse por lo general, e incluso en algunos casos, no tuvieron que hacerlo hasta dos años después», comentó Lewis.

El tratamiento además no tuvo ningún efecto adverso en ninguno de los pacientes, incluyendo adolescentes. Lewis calcula que todavía pasarán unos dos años hasta que el sérum proteínico ATT se incluya dentro del tratamiento normal de la diabetes tipo 1, ya que aún deben pasar tres ensayos clínicos más en Estados Unidos para ser aprobados por la FDA (Food and Drug Administration), el órgano estadounidense encargado de aprobar todos los medicamentos en el país.