y también a disfrutar de fantásticas cenas en la Isla de San Luis (en plan Obelix en "Nos ancetres les gauloises") y en el barrio de Le Marais (fantástica comida típica en "Au Gamin de Paris"). De los platos no tengo fotos pero los dos restaurantes merecen la pena.
Después subimos a Normandía, a pasar unos días en una una casa rural muy chula pero de una arquitectura cuando menos un poquito insegura. Juzgad vosotros. Temí que se nos cayera alguna pared ...
Normandía es preciosa. Un lugar de vacaciones sin duda. No me extraña que esté llena de ingleses ¡les encanta! También muchos americanos, aunque quizá por razones distintas. Las playas normandas tienen tanto de bello como de triste. Me va a costar mucho separar estas dos imágenes de Normandía, el presente ...
y el pasado de la playa de Omaha ... una de las imágenes más tristes de mi vida, el cementerio americano sobre el acantilado, donde 10.000 jóvenes, entre ellos los dos hijos del presidente Roosevelt reposan desde el Día D.
Finalmente, y aprovechando el tiempo al máximo, tuvimos tiempo de atravesar Normandía y llegar al límite de la Bretaña, para ver esa maravilla de la arquitectura y de la naturaleza que es Mont Saint-Michel.
Viaje completo ¡eh!