Tiempos modernos
entro en un bar a tomar un café a eso de las 9 de la mañana. Mientras me enamoro de un donut de chocolate ( está para comérselo, uhmmmm ) veo de reojo como entra un hombre negro y se apoya en la barra justo a mi izquierda. Viene jodido de frío, con mono de trabajo y un gorro sucio de lana.
Sonrisa de oreja a oreja, saluda al barman y suelta, en voz bien alta:
_. "Camarerooo, un sol y sombra y un vaso de agua"
-. "coño, ¿también os gusta a los negros el coñá?"
-. "a ver, si te hubieras levantado a las 6 como yo, ¡ya te apetecería un refuerzo!"
parece que se conocen y con la broma y a estas alturas yo ya me he atragantado dos veces con el donut a causa de la risa, pero sigo leyendo el periódico sin levantar la cabeza. Yo a lo mío como decía la loca de mi pueblo.
-. "¿y el rollo ese del Corán , que no podéis beber y tal?"
-. "bah, bah"
me doy cuenta de que el negro (no era de color, era negro como la noche), tiene acento árabe, como marroquí o así, y se confirma cuando el blanco (el barman) sigue picándole:
-. "anda que os la hemos clavao bien con la Aminatu, ¿eh?"
_. "sí, sí, pero a mi me da igual"
el negro dice que es mauritano, pero al blanco, al que no debe sonar mucho por dónde anda Mauritania, sigue dándole a la manivela.
_. "es que siempre os ganamos a los marroquís"
_. "sí, sí" murmura el mauritano mientras da un sorbo al sol y sombra, un sorbo al vaso de agua.
Cambian de tercio y empiezan a hablar de fútbol. El camarero es del Atleti y el cliente del Barça. Ya tienen algo en común y empiezan a darle cera al Madrid. Ya no me río tanto ( snif ), pago y les dejo allí en amigable compañía y riéndose de algo que no alcanzo a oír.
Me alejo pensando que la tradición del sol y sombra matutino ahora la guardan los inmigrantes
y que ser del Madrí ya no es tan apreciado como antes ...
entro en un bar a tomar un café a eso de las 9 de la mañana. Mientras me enamoro de un donut de chocolate ( está para comérselo, uhmmmm ) veo de reojo como entra un hombre negro y se apoya en la barra justo a mi izquierda. Viene jodido de frío, con mono de trabajo y un gorro sucio de lana.
Sonrisa de oreja a oreja, saluda al barman y suelta, en voz bien alta:
_. "Camarerooo, un sol y sombra y un vaso de agua"
-. "coño, ¿también os gusta a los negros el coñá?"
-. "a ver, si te hubieras levantado a las 6 como yo, ¡ya te apetecería un refuerzo!"
parece que se conocen y con la broma y a estas alturas yo ya me he atragantado dos veces con el donut a causa de la risa, pero sigo leyendo el periódico sin levantar la cabeza. Yo a lo mío como decía la loca de mi pueblo.
-. "¿y el rollo ese del Corán , que no podéis beber y tal?"
-. "bah, bah"
me doy cuenta de que el negro (no era de color, era negro como la noche), tiene acento árabe, como marroquí o así, y se confirma cuando el blanco (el barman) sigue picándole:
-. "anda que os la hemos clavao bien con la Aminatu, ¿eh?"
_. "sí, sí, pero a mi me da igual"
el negro dice que es mauritano, pero al blanco, al que no debe sonar mucho por dónde anda Mauritania, sigue dándole a la manivela.
_. "es que siempre os ganamos a los marroquís"
_. "sí, sí" murmura el mauritano mientras da un sorbo al sol y sombra, un sorbo al vaso de agua.
Cambian de tercio y empiezan a hablar de fútbol. El camarero es del Atleti y el cliente del Barça. Ya tienen algo en común y empiezan a darle cera al Madrid. Ya no me río tanto ( snif ), pago y les dejo allí en amigable compañía y riéndose de algo que no alcanzo a oír.
Me alejo pensando que la tradición del sol y sombra matutino ahora la guardan los inmigrantes
y que ser del Madrí ya no es tan apreciado como antes ...