Parece épico, sobre todo sabiendo que estos desembarcos acabaron con uno de los regímenes más abominables que ha sufrido Europa, pero, volviendo al detalle, a la vida de los protagonistas, a las retinas de aquellos veinteañeros temblorosos y ateridos, la Historia se cuenta de forma distinta. Churchill, Rommel, Goebbels, Patton, son sólo nombres que destacan en los libros y nos ocultan la realidad de las batallas.
Sangre, quemaduras, estruendo, barro, cangrena, huérfanos, frío, miedo, balas, hambre, hedor, pico, pala, tumbas, explosiones, amputados, cartas, ansiedad, sadismo, ... ¿honor, gloria, orgullo? quizá después, para los que regresaron y trataron de olvidar, quizá para los políticos que les enviaron a la trinchera, pero no para estos viejecitos que ahora relatan su experiencia en los documentales. Les contemplo y me apena verles cerrar los ojos, ... luego abrirlos y mirar al infinito, rememorando días de hace 60 años. Algo sucedió entonces que todavía les recuerda el olor y el sabor del miedo. Gracias por recordármelo a mí también.
Robert Capa - Desembarco de Normandía -1944