El Madrí: la crónica
empezó lo serio y el Madrid ha salido a demostrarnos que es el campeón de Liga y el rival a batir. La sorpresa es el primer ingrediente de la victoria y los entrenadores del Atleti y del Villarreal han caído víctimas del mismo error. La pizarra del año pasado ya no vale. Este Madrid tiene coraje y BANDAS. ¡Vaya sorpresa!
Aprovechemos el desconcierto pues. Ahora los rivales, acostumbrados a un Madrid de ataques lentos no se esperan a cuatro delanteros corriendo en línea, pero pronto se hará más difícil armar el contragolpe ... Por el momento, el más agradecido del nuevo sistema es sin duda Casillas. Como jugamos tan adelantados recibe la mitad de balones que el año pasado. Eso sí, como decía antes, en cuanto los demás aprendan el truco, los arietes rivales se van a plantar delante de Iker en carrera y con la única oposición de "tronco Cannavaro" y "tortuga Metzelder" (Pepe, ¡vuelve pronto!)
Siendo optimista, ahora vienen varios equipos relativamente fáciles y Schuster tendrá tiempo para ir encajando cosas y preparar nuevas trampas. Presiento que si todo va bien, nuestro fuerte será un centro del campo formidable que nos dará la posesión del balón (la marca de la casa) y nos permitirá variedad en el ataque.
Y por personalizar la metamorfosis, encabezando el cambio ha surgido Sneijder = Crack = pedazo de fichaje. Pronto los defensas rivales recibirán la instrucción de zumbarle desde el minuto uno, pero ahora tendrán más trabajo que el año pasado, cuando sólo había que atizar al 14 de los blancos. Cuando entre Robben en escena, no les van a poder parar a todos.
Termino una crónica con mucha esperanza pero sin euforias. Hemos ganado dos partidos peligrosos contra dos buenos conjuntos, pero el único examen contra uno de los candidatos al título lo suspendimos. El Sevilla golpeó primero.