¡Muera el buzón!

no sé vosotros pero a mí el correo me satura. Y no me refiero al correo electrónico, sino a las cartas de toda la vida. Diariamente me llegan 4 ó 5 sobres de bancos, de tiendas, de tarjetas de no sé qué o no sé cuál, de papeluchos varios que se van acumulando hasta que los abro en un rato perdido del fin de semana. Además, no sé qué tiene el papel, pero igual que cuando me llega una información del correo electrónico la despacho enseguida, me cuesta mucho tirar un papel a la basura si no lo he leído y releído.

Por suerte mi conciencia ecologista me ayuda en esta tarea y ya he pedido a los suministradores que me manden las facturas por Internet. Primero fue el proveedor de aDSL. Con la compañía del gas y de la luz tampoco ha habido problema, pero con los bancos no hay nada que hacer. Lo que les cuesta evolucionar, oye.

¡Si incluso los bancos on-line me mandan papelotes a casa!.

Harto estoy, y ya me he decidido, no voy a abrir la puerta a ningún cartero más. No, ni siquiera a ti. No insistas. Mi decisión es inamovible ...