Hay una gran diferencia entre fallo muscular y técnico:
El fallo técnico es aquel punto en que ya no hay capacidad de vencer la resistencia conservando una técnica estricta, es decir, cuando es necesario cambiar la técnica, voluntaria o inconscientemente, para acabar el número de repeticiones fijados.
El fallo muscular, en cambio, es aquel que, por mucho que modifiquemos la técnica, no podemos realizar el ejercicio a no ser que alguien nos ayude. Esto es habitual en los ejercicios propios del culturismo. No se recomienda para aquellos que quieran desarrollar su habilidad en cualquier deporte o si se quiere ganar fuerza o desarrollar los músculos. Los culturistas realizan esta técnica ya que gracias a productos dopantes, nocivos a largo plazo, disponen de una capacidad de recuperación muy alta. Esta técnica provocará que tengamos que descansar más de lo aportado de mejora.
Según Vern Gambetta, entrenador en EEUU y conocido en todo el mundo por ser el poseedor de varias medallas olípicas, comenta: “El entrenamiento es un proceso de acumulación y si realizamos periódicamente el fallo muscular no alcanzamos el nivel óptimo de adaptación. Trabajar realizando fallo técnico significa que el entrenador no conoce las capacidades del atleta.”
Para identificar el fallo técnico y así poder impedir el fallo muscular, se debe evitar descuidar alguno de los tres principios de la técnica (rango, plano y tempo) y cuando no se es capaz de mantener alguno de ellos con regularidad, parar. Si no has realizado la serie de repeticiones fijados se recomienda reducir el peso.
Los tres principios:
1.- Rango: Cuando no se pueda completar el rango de movimiento adecuado para el ejercicio se tiene que detener la serie del ejercicio. Por ejemplo, con el press banca, si no se consigue estirar los brazos, se habría conseguido el fallo técnico.
2.- Plano: Cuando para realizar las series de repeticiones se debe alterar el planto, y consecuentemente la mecánica del ejercicio, se habría conseguido el fallo técnico.
3.- Tempo: Se debe cuidar los segundos que debe durar la fase del movimiento, cuando se estira el músculo principal; la fase de descanso; y la fase concéntrica. Si se sobrepasa el tiempo regular de alguna de las fases se habrá alcanzado el fallo técnico.
El fallo técnico es aquel punto en que ya no hay capacidad de vencer la resistencia conservando una técnica estricta, es decir, cuando es necesario cambiar la técnica, voluntaria o inconscientemente, para acabar el número de repeticiones fijados.
El fallo muscular, en cambio, es aquel que, por mucho que modifiquemos la técnica, no podemos realizar el ejercicio a no ser que alguien nos ayude. Esto es habitual en los ejercicios propios del culturismo. No se recomienda para aquellos que quieran desarrollar su habilidad en cualquier deporte o si se quiere ganar fuerza o desarrollar los músculos. Los culturistas realizan esta técnica ya que gracias a productos dopantes, nocivos a largo plazo, disponen de una capacidad de recuperación muy alta. Esta técnica provocará que tengamos que descansar más de lo aportado de mejora.
Según Vern Gambetta, entrenador en EEUU y conocido en todo el mundo por ser el poseedor de varias medallas olípicas, comenta: “El entrenamiento es un proceso de acumulación y si realizamos periódicamente el fallo muscular no alcanzamos el nivel óptimo de adaptación. Trabajar realizando fallo técnico significa que el entrenador no conoce las capacidades del atleta.”
Para identificar el fallo técnico y así poder impedir el fallo muscular, se debe evitar descuidar alguno de los tres principios de la técnica (rango, plano y tempo) y cuando no se es capaz de mantener alguno de ellos con regularidad, parar. Si no has realizado la serie de repeticiones fijados se recomienda reducir el peso.
Los tres principios:
1.- Rango: Cuando no se pueda completar el rango de movimiento adecuado para el ejercicio se tiene que detener la serie del ejercicio. Por ejemplo, con el press banca, si no se consigue estirar los brazos, se habría conseguido el fallo técnico.
2.- Plano: Cuando para realizar las series de repeticiones se debe alterar el planto, y consecuentemente la mecánica del ejercicio, se habría conseguido el fallo técnico.
3.- Tempo: Se debe cuidar los segundos que debe durar la fase del movimiento, cuando se estira el músculo principal; la fase de descanso; y la fase concéntrica. Si se sobrepasa el tiempo regular de alguna de las fases se habrá alcanzado el fallo técnico.