Despilfarro municipal

El ayuntamiento de Las Rozas ha pagado 150.000€ por capturar a unos 80 jabalíes que bajan del monte por la noche y merodean por las urbanizaciones de las afueras. Dividiendo por jabalí, tocan a 1.875€, es decir más de 300.000 pesetas por jabalí capturado. A ver, voy a leerlo otra vez, J-A-B-A-L-Í, ¿he leído tigre, pitón reticulada, siquiera toro salvaje? No, JABALÍ.

Bien, juzguen ustedes si es un dinero bien gastado. Yo ya contesté en el título.

La tontería del consistorio roceño me ha hecho pensar en cómo se reparten los dineros públicos. Un balear se siente discriminado porque el estado subvenciona más a Extremadura. Un holandés, irritado porque Grecia recibe un pastizal de la Unión Europea. Dentro de las autonomías las cosas no son muy distintas pues un granadino siempre mirará de reojo al sevillano, y no digo ya un cartagenero a un murciano. Así que, ¿no me he de sentir yo discriminado como ciudadano (o aldeano) de Collado Hermoso porque estos señores de Las Rozas gastan en gilipolleces una suma superior a nuestro presupuesto anual?.
Amigos accidentales

desde pequeño voy casi todos los fines de semana a la pequeña aldea donde nació mi madre. Algunos de mis mejores amigos están allí. Son tan distintos a mí que a veces me pregunto por qué disfrutamos tanto juntos. Probablemente nunca hubiéramos llegado a ser amigos de habernos conocido en la ciudad, pero tenemos la íntima convicción de que desde que nos conocimos jugueteando sobre la nieve o mojándonos en el río, un hilo familiar nos une más fuertemente que cualquier otra afinidad.

No sé si viviré muchos años , pero sí que "los del pueblo" siempre estaréis a mi lado. Por mi parte, siento que me tengáis que aguantar, pero voy en el lote con la aldea.

Y del resto de amiguetes, ¿qué decir ... ? ¿cuándo vais a haceros una casita en Collado Hermoso?

Dicen que los amigos te los va dando la vida. Gracias pues, vida.
Protección de los autores

Manu Chao ha sido declarado culpable de utilizar en una de sus canciones la voz de dos personas sin su permiso. La ilegalidad en cuestión fue cometida en 2001, cuando el cantante sacó el albúm "Próxima estación ... Esperanza". Resulta que una de las canciones del disco termina reproduciendo la locución "din, don, din, próxima estación, ... Esperanza" que se puede oír en el Metro de Madrid cuando te acercas a esa parada. Y hete aquí que los "intérpretes" de ese aviso a dos voces sintieron vulnerados sus derechos de autor. ¿Ridículo? Parece que no, puesto que los tribunales han apreciado la demanda y condenado a Manu Chao a pedir perdón e indemnizar económicamente a los ofendidos.

Mientras tanto, el el otro lado del globo, las empresas chinas de automóviles sacan al mercado varios modelos clavados a los Smart o BMW, pero allí no pasa nada. Cualquiera se mete con los chinos.



Convulso mundo el de la propiedad intelectual ...

balcón

se me cumplió el deseo del balcón.

y ahora ¿vas a subir a buscarme?
¿Quién representa ahora a Jesús en la tierra?

tan sólo tenemos datos de un par de años de la vida de Jesús, pero se le han atribuido tantos dogmas, que parecería que aquel nazareno vivió cien vidas rodeado de escribas y glosadores. Lejos de esa hipótesis, fueron las bocas de los sucesores de San Pedro y de infinidad de teólogos oficiales las que forjaron una religión basada en el poder y el boato. El truco: atribuir las normas a la "iluminación de Dios", vil embuste para consumo de las mentes simples.


Históricamente, el idilio de la Iglesia con el poder comenzó con la conversión de Constantino al cristianismo . Hoy, 1.700 años después ni el más fuerte disolvente sería capaz de separar ambos conceptos. Por poner un ejemplo hemos visto a obispos y papas riendo las gracias a Mussolini, a Pinochet, a Franco, a Videla, pero a muy pocos adalides del ecumenismo y la misión por los pobres.

En el siglo XX los valores más identificados con Jesús, y abandonados durante siglos, como la caridad o la solidaridad, … ya no son patrimonio de la Iglesia. Surgen con fuerza sin embargo, movimientos cristianos laterales cuyo objetivo último son aquellos valores y a los que la curia se opone frontalmente. ¿Temen la herejía, o acaso la pérdida de su poder?
Ellas

No entiendo mucho de mujeres pero no concibo mi vida sin ellas. Me encanta disfrutar de su compañía, Las observo, las escucho, en ocasiones las consuelo, y desde luego las adoro, pero lo que es entender, entenderlas … nones. Eso sí, de hombres sé un montón. Casi siempre puedo prever el siguiente paso de un tío, algo que me resulta casi imposible respecto a una mujer.

Y no me extraña, la verdad, pues estas criaturas adorables continuamente dicen que la vida es muy complicada y que las relaciones entre hombres y mujeres son más complicadas aún. Mientras se quejan de ello, nos miran con cara de extrañeza y nos reprenden por ser tan simples.

Probablemente tienen razón, sí, nos pasamos de intrascendentes. La conclusión más profunda que surge de una conversación de hombres sobre alguna mujer es “olvídalo, las tías son así, ¿otra copa?”. Y digo la conclusión más profunda, porque si hablamos de la más habitual es algo como “pero resumiendo ... ¿te la tiraste o no?”.

Definitivo, tiene mérito ser mujer y no morir en el intento. Yo me hubiera vuelto “loca” hace tiempo si no tuviera este magnífico "cortafuegos" masculino de la simplicidad que me garantiza no dar muchas vueltas a las cosas. Pobrecitas Maitena y sus congéneres. Debe ser frustrante explicarle a un ser estúpido con las preocupaciones de una ameba lo jodida que es la vida.

un monstruo

Viví en una cueva con un monstruo verdadero. Sucede que con los monstruos nunca sabes qué tan monstruo puede ser, hasta que llega el día en que te enteras. Y decides irte.

De un monstruo verdadero no se huye tan fácilmente. Hay que hacer planes. Silenciosos. Tramar huidas secretas, llamar a los amigos, pedir ayuda, esperar por ella, siempre con una sonrisa porque a los monstruos no les gusta saber que no los quieres. Detestan la idea de pensar que los dejarás solos, sin nadie con quien ser terrible. Sin presa, solos con su espejo, los monstruos se vuelven locos.

Yo no sabía lo que ahora sé y le dije a mi monstruo que me iba, que lo dejaba. Pero hablé con demasiada anticipación. Pretendí vivir con el monstruo en mi pedazo de paz conquistada con esfuerzo de puertas cerradas. Con movimientos calculados de entradas y salidas elaboradas. Evadir al monstruo hasta que llegara el gran día de la libertad. Y me equivoqué. Porque fue entonces que empezó mi pequeña gran pesadilla con este ser retorcido en esta cueva oscura en medio de la ciudad del cielo azul.

Desquicio, confusión, manipulación, reclamos, incluso llantos, son sus armas. ¿Alguna vez viste a un monstruo llorar? El gran peligro de estos seres no es que te asusten, o que pretendan hacerte daño con algo. El verdadero peligro es que intentan volverte monstruo también. Yo casi fui el segundo monstruo en esa cueva. El monstruo gris, de la tristeza, del fastidio, del hartazgo. En esa cueva sin luz, estuve por desaparecer.

Desde mi nuevo rincón soleado hablo ahora de este monstruo con flequillo.
Y será la última vez que sea mencionado.
No está bueno hablar mucho de monstruos. Es mejor olvidarlos. Y eso haré. Dejarlo en sus tierras lejanas, esperando que se mantenga ahí, sin acordarse de mí.