Vuelve el bebé de Resacón en Las Vegas

Para el tercer y último capítulo de la franquicia de comedias que han superado todo tipo de récords “Resacón en Las Vegas”, el grupo original se ha reunido para una de las mejores aventuras de todas. Zach Galifianakis, Bradley Cooper, Ed Helms, Ken Jeong, Heather Graham e incluso Tyler el bebé (o Carlos, como lo nombra el personaje de Galifianakis, Alan).

La revista People reporta que Tyler, que en el año 2009 era representado por la pareja de hermanos mellizos niño – niña Grant y Avery Holmquist, ahora ha crecido mucho y tiene una parte importante en la historia de la tercera película. Esta vez, Tyler será representado únicamente por Grant, que con 4 años de edad para el momento de la filmación se ha ganado el rol a pesar de que la búsqueda inicial era para niños actores de 6 años de edad.

Cuando se le preguntó acerca de la selección, el director Todd Phillips le dijo a HitFix que él “había tenido que” utilizar el niño original para el papel porque todos habían amado el enlace que había entre Alan y Tyler / Carlos en la primera película de Resacón en Las Vegas. Al escribir la escena, Phillips dijo que él sabía que la reunión sería del agrado de la audiencia de la película.

La madre de los dos mellizos, Carrie, le dijo a People que Grant es un gran fanático de su compañero de escenas, Galifianakis. Zach hizo un gran papel al lograr soltar a Grant. Él es el tipo de niños que es muy analítico e inteligente. Él ingresa a una habitación y primero lo analiza todo antes de entrar en confianza así que fue muy bueno que haya personas tan conocidas que se llevaran bien con él.

Carrie también reveló que Grant tiene un sobrenombre especial para su amigo “Cuando él lo ve en el trailer o en los papeles, dice ‘¡Ah, ahí está Zachy!’ a él le gusta decirle Zachy”. Grant lo adora. Asegúrate de ver el regreso de Tyler / Carlos a las películas en la tercera entrega de Resacón en Las Vegas en los cines el día 23 de mayo.

Tenebroso cartel de Maniac con su promoción en Cannes

Llega un nuevo y tenebroso cartel del thriller 'Maniac', en el que podremos ver a Elijah Wood en su enésima interpretación de un asesino psicópata. Ahora tal vez más extremado que en anteriores ocasiones en un interesante proyecto.

El argumento del clásico nos hablaba de un asesino psicópata, cuyos horrendos crímenes aterrorizaban a la ciudad de Nueva York. El motivo principal de dicho comportamiento aberrante radicaba en los maltratos y abusos sufridos durante su infancia a manos de su madre. En la nueva versión, nuestro asesino asediará a sus víctimas a través de Internet, en salas de chat y páginas de contactos. Poco podían pensar que al otro lado del ordenador se encontraba uno de los asesinos más brutales.

El estreno de 'Maniac' está previsto para mediados de año. Aunque por ahora no tiene fecha confirmada en nuestro país.

Elijah Wood llegará además en el próximo trabajo del cineasta español Nacho Vigalondo. Se trata del filme 'Open Windows'. Sin olvidar su breve aparición en 'El Hobbit: Un viaje inesperado'.

¿Cómo concebía George Lucas la caída de Anakin Skywalker en 1981?

Conmemorando que el próximo sábado 25 de mayo se celebrarán 30 años del estreno de Star Wars Episodio VI: El regreso del Jedi, El Huffington Post reveló una entrevista realizada a George Lucas en el año 1981, donde el creador de la saga comenta en qué consistía el origen maligno de Anakin Skywalker (después conocido como Darth Vader).

Aunque Lucas decía en aquel entonces que Anakin Skywalker fue engañado por un político cuya identidad verdadera terminaría siendo la del Emperador, también afirmaba que cualquiera podía usar La Fuerza si entrenaba correctamente, y no mediante selección de los microorganismos que después conoceríamos como los midiclorianos.

“Es como el yoga”, dijo Lucas. “Si quieres tomarte el tiempo para hacerlo, puedes hacerlo; pero los que realmente quieren hacerlo son los que se meten de lleno en esas cosas. También como el karate. Otro malentendido es que Yoda enseña Jedi, pero es más bien como un gurú; él no sale a pelear contra nadie”. ¿Alguien recordó a Yoda luchando en Episodio II y III? “Él es un maestro, no un Jedi real, ¿entienden?”, subrayó Lucas.

¿Y cuál es la historia de la caída de Anakin? Lucas reveló: “El padre de Luke es subvertido por el Emperador. Se pone un poco raro al regresar a casa, y su esposa comienza a darse cuenta de que las cosas están mal y se lo confía a Ben, quien es su mentor. En sus misiones a través de las galaxias, Anakin se ha estado sobrepasando como Jedi asesinando a muchos Jedi cuando le dan la espalda. El presidente se está convirtiendo en el Emperador y la madre de Luke sospecha que algo le está pasando a su esposo. Está embarazada. Anakin se pone peor y peor, y finalmente Ben pelea con él y lo lanza en un volcán y Vader recibe una paliza.

Cuando cae en el agujero, su otro brazo se va y su pierna, y difícilmente queda algo de él cuando las tropas del emperador lo sacan de ahí. Entonces Ben se da cuenta de que Vader fue rescatado y está en las manos del Imperio, y está preocupado por ello. Regresa con la esposa de Vader y le explica que Anakin es el malo, el que mató a todos los Jedi.

Cuando regresa con su esposa, ella tiene a los chicos, los gemelos, y tienen como unos seis meses o algo así. Así que todos se esconden. La descendencia Skywalker es muy intensa en la Fuerza, así que Ben dice: ‘Creo que debemos proteger a los chicos, porque ellos podrían ayudarnos a arreglar lo que tu esposo hizo mal en el universo’. Así que Ben se lleva a uno y se lo da a una pareja en Tattoine y él se va a un escondite en las montañas, para verlo crecer. Ben no puede criar a Luke él mismo, porque es un hombre buscado. Leia y su madre se van a Alderaan y allí son tomados por el Rey, quien es amigo de Ben. Ella muere poco después y Leia es criada por sus padres adoptivos. Ella sabe que su verdadera madre murió".

La entrevista completa y otros secretos de la secuela galáctica serán revelados el 1 de octubre de 2013, cuando se estrene el libro "The Making of Star Wars: Return of the Jedi".

¿Qué opinan de esta revelación? ¿O prefieren los midiclorianos de Episodio I?

Minimizar la ganancia de grasa mientras se gana masa

Como la mayoría de vosotros sabe ya, o estáis a punto de saber, para ganar masa muscular una de las cosas que debéis hacer es consumir más calorías de las que quemáis cada día. Por supuesto, uno de los efectos secundarios de quemar menos calorías de las que consumís a diario es que existe una buena probabilidad de que también tengáis la tendencia de ganar grasa corporal.

Lo que tenéis que hacer es dar con el punto exacto en el que maximizáis la ganancia de músculo al tiempo que minimizáis la acumulación de grasa corporal.

Desgraciadamente, si vais a ser culturistas serios, vais a tener que atravesar periodos en los que acumularéis un exceso de grasa corporal. Justamente por eso, si lleváis el suficiente tiempo en el gimnasio habréis oído hablar a los competidores de las fases de volumen y de definición. Bien, pero cuanto menos grasa acumuléis durante la fase de volumen, menos tendréis que reducir durante la de definición. Y eso significa que no tendréis que hacer una dieta tan estricta y que preservaréis más músculo cuando llegue el momento de prepararse para competir. De manera que, aunque ganar algo de grasa será necesario cuando se busca aumentar el músculo, hablemos de cómo lograr que esa ganancia de grasa sea lo menos posible.

Está claro que necesitamos mantener tanta masa muscular como sea posible para la competición.

Una de las primeras cosas que tenéis que hacer es maximizar vuestra capacidad anabólica. El anabolismo se produce cuando el cuerpo está en un entorno que promueve el crecimiento muscular, mientras que lo que se conoce como catabolismo es un estado en el que el cuerpo degrada el tejido muscular. Como culturistas necesitáis definitivamente mantener el cuerpo en estado anabólico tanto tiempo como podáis. Por fortuna para nosotros los culturistas, el entrenamiento con pesas es anabólico de por sí mismo. Sin embargo, también es necesario llevar a cabo algunas acciones importantes, tales como obtener la correcta nutrición y el suficiente descanso para ayudar al cuerpo a mantener ese estado anabólico. Por consiguiente, el entrenamiento con pesas, así como comer y dormir bastante, favorecerán la construcción de músculo por encima de su ritmo de degradación.

Todo en la naturaleza tiene normalmente su opuesto (yin y yang) y si hacéis mucho ejercicio cardiovascular, entonces lo más probable es que pongáis al cuerpo en una situación catabólica que favorezca la degradación del tejido muscular. Esa es la razón por la que habréis notado que los corredores de maratón son musculosos por naturaleza, pero no tienen músculos grandes ni poderosos. Los suyos son muy definidos y pequeños. Y por eso mismo muchos culturistas añaden el ejercicio aeróbico a sus programas cuando se disponen a reducir el coeficiente de grasa. Pero para permanecer anabólicos tenéis que sacar el máximo partido de todo cuanto hagáis para maximizar todos los procesos celulares que os permitan regresar el gimnasio tan pronto como sea posible, para poder desencadenar el estado anabólico con una buena sesión de pesas. Y lo repito, eso significa no descuidar la buena nutrición y el descanso en vuestro programa.

Primer paso: el entrenamiento

Lo primero que necesitáis es un buen entrenamiento básico y pesado. Enseguida vuestro cuerpo entrará en proceso anabólico puesto que necesitará transportar cualquier caloría que consumáis a las células musculares justo después de entrenar. Esto hace más improbable que alguna de esas calorías se convierta en grasa corporal. Debéis desafiar a vuestro cuerpo con pesos pesados para iniciar el proceso que conduce al aumento del músculo y la reducción de la adiposidad. Si no forzáis a vuestro cuerpo a entrenar más duro de lo que está acostumbrado a hacer, entonces no tendrá incentivo para cambiar. Nuestro organismo disfruta del equilibrio para mantenerse en estado estable y constante, así que necesitáis los pesos pesados para hacer crecer los músculos.

Segundo paso: el descanso

Una vez que os habéis sometido a un programa de entrenamiento que os fuerce a ejercitaros muy duro, entonces el siguiente paso para crecer, lo creáis o no, es descansar. Podéis seguir el mejor programa que exista y hasta llevar una buena dieta, pero si no obtenéis suficiente descanso, entonces todo lo demás será una pérdida de tiempo. Por ejemplo, si estáis ingiriendo un montón de nutrientes excelentes para promover el crecimiento, pero no estáis durmiendo suficiente y el cuerpo no puede utilizar los procesos metabólicos para digerirlos de forma óptima, no habrá forma de que podáis emplearlos correctamente para generar crecimiento. Éstos serán excretados o acumulados como tejido graso. Entonces, en ese caso, habréis cambiado un entorno perfectamente anabólico en otro de signo catabólico y eso es probablemente lo último que queréis hacer, así que necesitáis mucho descanso para que vuestro cuerpo pueda utilizar eficazmente la nutrición mientras descansáis.

La nutrición, el tercer paso

La siguiente parte del juego es la nutrición. Como dice el viejo refrán “Somos lo que comemos” así que escoger sabiamente los alimentos que consumís tendrá el máximo impacto en lo grande que podéis llegar a poneros. Y también ejercerá un impacto igual de relevante en la cantidad de grasa corporal que lleguéis a acumular. La clave consiste en comer de forma que mantengáis un estado anabólico y evitéis el catabólico. Ya desde este momento estaréis pensando que la clave para activar el anabolismo es la ingestión de proteínas. Sin embargo, vuestra mayor preocupación estará en los hidratos de carbono, especialmente en aquellos que se consumen inmediatamente después de entrenar.

Cuando entrenáis, vuestro cuerpo quema las reservas de glucógeno (azúcares almacenados). Si permitís que los niveles de glucógeno se mantengan muy bajos, entonces el organismo entrará en estado catabólico y degradará el tejido muscular y otras proteínas con el fin de reconstituir los depósitos de glucógeno. Lo cual es mal asunto, porque eso significa que esas proteínas no estarán disponibles para construir nuevos músculos o para permitir recuperar el actual. Necesitáis un medio de transportar tantos hidratos de carbono como sea posible a los músculos justo después de entrenar para evitar esa situación negativa.

Y esto lo conseguiréis de dos formas:

1) Inmediatamente después de vuestra sesión incrementaréis la cantidad de hidratos de carbono que ingerís.

2) Emplearéis un nuevo tipo de hidrato de carbono que entre en el sistema más rápido de lo usual y por tanto os mantenga anabólicos. Lo cierto es que en realidad es bastante más sencillo de lo que parece.

Durante el día, un culturista consumirá normalmente cinco comidas, pero la mayoría si está motivada hará incluso seis. Esas seis comidas contendrán las cantidades de proteína, hidratos de carbono y grasas divididas de forma equitativa, excepto en una comida, ésta es la que sigue inmediatamente el entrenamiento.

Supongamos que coméis 40gramos de hidratos de carbono por comida y puesto que realizáis seis comidas, eso supone una ingestión de 240gramos al día. Pues bien, la que hagáis justo después de entrenar requerirá el doble de hidratos de carbono de una comida normal, así que necesitaréis reducir algunos carbohidratos de un par de comidas de forma que podáis doblar la cantidad después de la sesión, sin por ello tomar demasiados durante el día. Las mejores ocasiones para hacerlo son en la ingesta que hagáis antes de entrenar y en la última del día, antes de ir a dormir. Si reducís 20gramos de cada una de esas dos comidas, os encontraréis con 40 extra, que son los necesarios para que después de la sesión dispongáis de 80gramos en lugar de los usuales 40.

Pero al mismo tiempo, estáis manteniendo la misma ingestión calórica y de hidratos de carbono que antes.

Asimismo, existen dos tipos distintos de hidratos de carbono. Son los de alto y bajo índice glucémico. Este nombre proviene de la rapidez con la que el cuerpo los absorbe. Cuanto más alto sea el coeficiente glucémico, más rápido los digerirá vuestro cuerpo y los músculos los absorberán. Un índice glucémico de entre 70 y 160 se considera alto y otro entre 55 y 69 es considerado medio, mientras que por debajo de 55 se clasifica como lento.

En todas vuestras comidas, excepto en la que sigue al entrenamiento, debéis emplear hidratos de carbono de bajo índice glucémico. Eso garantizará que se queman lentamente en el sistema y proporcionan una constante liberación de carbohidratos para una energía sostenida. Así se evita que el azúcar sanguíneo se eleve demasiado rápido y también que la insulina aumente, lo cual produciría acumulación de grasa corporal.

Fuentes óptimas de hidratos de carbono de bajo índice glucémico son las batatas, el arroz integral, los vegetales de hoja verde, la calabaza, los copos de avena y el salvado sin procesar y las legumbres.

Sin embargo, inmediatamente después del entrenamiento debéis procurar consumir hidratos de carbono de alto índice glucémico, la razón es que ese tipo de hidrato de carbono entra en el sistema mucho más rápido y restituye los depósitos de glucógeno inmediatamente para asegurar que los músculos disponen del suficiente para recuperarse enseguida. Recordad que eso los hará crecer en lugar de ser degradados para formar glucógeno con sus aminoácidos, o para ser empleados en otras partes del cuerpo en lugar de en el músculo, dónde son necesarios para mantener el estado anabólico.

Buenos ejemplos de hidratos de carbono de alto valor glucémido son cualquier tipo de carbohidrato hecho con harina procesada, tal como los panes, las pastas, etcétera. Las patatas blancas y el arroz blanco también constituyen buenos ejemplos de ese tipo de carbohidrato.

Hablando de hidratos de carbono y de proteínas, también necesitaréis consumir más calorías de las habituales para activar ese entorno anabólico. Medio kilo de músculo equivale unas 3500 calorías. Por lo tanto, si coméis esa cantidad extra de calorías a la semana por encima de lo normal, pondréis a vuestro metabolismo en un entorno propicio para ganar medio kilo semanal. Si realizáis seis comidas al día, entonces bastará con añadir unas 83 calorías a cada comida (83,3×6 comidas x 7 días) = 3500.

Simplemente aseguraos de que se trate de calorías lo más limpias posibles, puesto que estaréis comiendo más de lo habitual y no queréis incrementar el coeficiente de adiposidad.

Minimizar la grasa corporal

Ahora que hemos pasado bastante tiempo hablando acerca de maximizar la ganancia de músculo, también deberíamos hacerlo de cómo mantener la ganancia de grasa al mínimo.
Una cosa que debéis recordar mientras entrenáis, es que al cuerpo le gusta ajustar su capacidad de crecer o de perder peso dependiendo de cuantas calorías recibe a diario habitualmente. El metabolismo controlará cómo quemáis esas calorías, así que aumentarlas o reducirlas hará que funcione más rápido o más lento. Por tanto, sed cautos, si consumís 8000 calorías diariamente, eso difícilmente conseguirá que vuestro cuerpo se ajuste a tal cantidad de comida y sea capaz de metabolizarlas sin ganar grasa.

El truco está en averiguar cuál es la cifra idónea de calorías que estáis consumiendo ahora, para a partir de ahí poder utilizar el sistema de “Montaña Rusa” para mantener vuestro metabolismo justo dónde debe estar para ganar peso, cuando ese es el objetivo o bien perderlo cuando es lo que necesitáis. Supongamos que después de entrenar con un compañero durante meses descubrís que vuestro consumo calórico es de una media de 3500 calorías diarias para ir adquiriendo masa muscular.

Durante los días de descanso en que no os entrenáis con peso, reduciréis las calorías ligeramente por debajo de vuestras necesidades. De manera que consumiréis entre 3350 o 3250 calorías en esos días. De esa forma todavía obtenéis suficientes nutrientes, pero como no estáis entrenando no degradaréis tejido muscular. De todas maneras estaréis comiendo lo suficiente como para mantener el tamaño, pero esa ligera reducción ralentizará un poco el metabolismo ese día, puesto que el número total de calorías será un poco inferior al normal.

En cambio, en los días que entrenáis, subiréis las calorías en la misma cantidad que las habéis reducido el día que no entrenáis. Por consiguiente, puesto que la media calórica diaria era de 3500 calorías, ahora serán 3650 o 3750. Esto acelerará vuestro metabolismo, puesto que el cuerpo dispondrá de más calorías de las que librarse. A pesar de que estáis modificando la ingestión de calorías cada día con altibajos (como una Montaña Rusa), al final de la semana la media diaria seguirá siendo de 3500 diarias.

Otra cosa a tener en cuenta, es que en esos días en no os entrenáis con pesas, debéis procurar realizar una pequeña cantidad de ejercicio cardiovascular. Olvidaos de intentar romper ningún récord mundial, porque eso limitaría vuestra capacidad de recuperación y entorpecería con vuestras sesiones de pesas. Un par o tres sesiones de 30-45 minutos a la semana, a una intensidad moderada serán más que suficientes para mantener la grasa alejada. Además, no solamente creáis una ligera deficiencia calórica que será necesaria para perder grasa, sino que incrementaréis el flujo sanguíneo a los músculos, lo que mejorará notablemente su recuperación.

De manera que poned en práctica estos consejos y podréis minimizar la ganancia de grasa mientras estáis aumentando la masa muscular. Se necesita un poco de esfuerzo, pero bien vale la pena. No debéis conformaros simplemente con ganar peso, sino que debéis querer que sea peso de calidad. Perder grasa y ganar músculo al mismo tiempo no es algo que sea muy fácil de conseguir. Sin embargo, mientras que ganáis ese músculo duro como piedra desde luego sí que podéis limitar la cantidad de grasa que ganáis durante ese proceso si aplicáis la información que acabamos de presentaros en estas páginas.
Chicos, ¡manos a la obra y a ponerse grandes!

El consumo de suplementos sobre la salud del corazón

Gracias a un estudio estratificado doble ciego hecho en Estados Unidos, pudimos obtener una idea clara de como actúan ciertos suplementos de pre y post-entreno que sirven para incrementar el rendimiento dentro del gimnasio y su impacto sobre la salud del corazón y la pérdida de grasa; el fondo de la cuestión era saber si existía algún riesgo asociado entre el consumo de suplementos y/o sus ingredientes con la salud metabólica y su incidencia sobre el corazón.

El trabajo científico esta vez se realizó con hombres entrenados bajo un programa de musculación periodizado y este grupo es significativamente muy importante para la industria de la nutrición deportiva, porque el efecto combinado de los suplementos de pre y post-entreno sobre el sistema cardiovascular y la grasa corporal forman parte de un todo dentro de un cuerpo que se ve estimulado permanentemente.

El experimento se realizó con 24 hombres que entrenaron 3 veces por semana, durante 6 semanas con un entreno periodizado, complementado con la ingesta de un suplemento de pre-entreno 15 minutos antes de la sesión y otro de post-entreno inmediatamente después de la sesión; el placebo en este caso fue la maltodextrina isocalórica.

Antes y después del ciclo del experimento, se midieron la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la grasa corporal total, y la masa libre de grasa, además de las medidas de la sangre en ayunas (glucosa, lípidos, nitrato, nitrito, cortisol) y la alta sensibilidad a la proteína C-reactiva (hs-CRP); todo esto se hizo mediante pruebas médicas concluyentes.

Los resultados muestran que no hubo interacción para la glucemia, los lípidos, los niveles de nitrato o nitrito, la hs-CRP, las concentraciones de cortisol o la grasa corporal, sin embargo hubo un efecto en el tiempo de reducción significativa de la grasa corporal para los que se suplementaron con productos específicos en comparación con el grupo placebo; el otro punto observado fue que la ingesta de los suplementos para incrementar el rendimiento no alteró los parámetros de salud cardiovascular o los índices sanguíneos en hombres que son saludables y que entrenan, aunque en ciertos parámetros los niveles sean diferentes entre ambos grupos.

Artrosis deportiva, qué es y cómo evitarla

Las dolencias musculares y de las articulaciones son algunas de las que más nos preocupan a todos los que practicamos deporte. Una de las dolencias más comunes es la artrosis de los deportistas, un mal que afecta a muchas personas que han trabajado durante años con su cuerpo. Nosotros en esta ocasión nos vamos a detener en los motivos por los que se produce y saber cómo evitarlo.

El deporte es una de las mejores maneras de mantener la salud y conseguir una fortaleza muscular y articular, pero también puede ser contraproducente siempre que no se realice de la manera adecuada, pues el ejercicio mal ejecutado puede acabar por tener una fuerte repercusión en nuestro cuerpo.

Por qué se produce la artrosis

La artrosis se produce principalmente por el desgaste de las articulaciones producido por el roce. Las articulaciones están aisladas y unidas las unas a las otras por cartílagos que amortiguan los efectos del roce. Es cierto que con el paso del tiempo se debilitan, llegando a producir desgaste y haciendo que aparezcan problemas como la artrosis y demás dolores articulares.

Este proceso puede agudizarse con la actividad deportiva, ya que una práctica continuada sin una ejecución adecuada puede acabar por tener muchas consecuencias en el organismo. Los golpes, los movimientos inadecuados, los vicios posturales, el exceso de tensión concentrado en una zona o articulación, así como la debilidad muscular de las articulaciones, puede acabar por causarnos a la larga artrosis prematura.

Evitar la artrosis

Es cierto que el deporte puede ser contraproducente , pero también puede ser la solución a este mal, ya que bien realizado y ejecutando adecuadamente cada movimiento, evitando cargar las articulaciones, conseguiremos no solo protegerlas, sino que además las fortaleceremos, ya que mejoraremos la circulación y con ello dotaremos de nutrientes a toda la parte de las articulaciones.

Otro punto a tener en cuenta a la hora de proteger las articulaciones del deterioro es fortalecer los músculos que las rodean, ya que de este modo representarán una sujeción mayor. Para ello es necesario ejecutar rutinas de entrenamiento adecuadas en las que no forcemos nunca las articulaciones y trabajemos los músculos adecuados. Realizar los ejercicios con las cargas adecuadas para ir aumentando progresivamente es lo ideal y lo que debemos buscar para evitar sustos futuros.

Chloë Moretz y Asa Butterfield volverán a trabajar juntos en 'The White Circus'

No son pocos los menores de edad que consiguen llamar la atención del público por actuaciones muy por encima de la media. El problema es que muchos de ellos acaban cayendo en desgracia antes o después y raro es que sigan trabajando en títulos de mínima entidad cuando alcanzan la mayoría de edad. Parece que ese no va a ser el caso de Chloë Moretz y Asa Butterfield, ya que los jóvenes protagonistas de la magnífica ‘La invención de Hugo‘ (‘Hugo’, Martin Scorsese, 2011) van a volver a trabajar juntos en ‘The White Circus‘ (id, Chris Lavis y Maciek Szczerbowski, 2014).

‘The White Circus’ nos contará la historia de un joven piloto que ve como su avión acaba estrellándose durante su primera misión en el día de nochevieja. Ya en tierra se enamora de una cantante de cabaret, inicia una singular relación con el oso parlante de un circo e incita a los habitantes del lugar a rebelarse contra su tiránico líder. Lo que es seguro es que no podremos criticarla por contarnos algo ya visto en infinidad de ocasiones.

Detrás de ‘The White Circus’ encontraremos a Chris Lavis y Maciek Szczerbowski, dúo de cineastas que hasta la fecha sólo habían rodado varios cortometrajes, habiendo conseguido una nominación al Oscar por su trabajo en ‘Madame Tutli-Putli‘ (id, 2007). En su salto al largometraje contarán con un reparto en el que también sobresalen los nombres de Andrea Riseborough, a la que aún podemos ver en nuestros cines más cercanos en ‘Oblivion‘ (id, Joseph Kosinski, 2013), y Christian Friedel. El rodaje comenzará a principios del próximo año y tendrá lugar en diversas localizaciones europeas.

PD: A Chloë Moretz podremos verla dentro de poco en ‘Carrie‘ (id, Kimberly Peirce, 2013)) y ‘Kick Ass 2 – Con un par‘ (‘Kick Ass 2’, Jeff Wadlow, 2013), mientras que Butterfield lidera el reparto de la inminente ‘El juego de Ender‘ (‘Ender’s Game’, Gavin Hood, 2013).