Transitas entre paredes de pan
Al hambre se mojan
En leche
Y devoras
Cuidado
Que te quedes sin casa
Con la panza llena y la cabeza mojada por la lluvia
*
Ascensores que se caen, cables que se rompen
Cuerpos en pedazos sin dolor
Un recuerdo movedizo
Para hundirse un buen día
Una casa podrida y hongueada con vista al mar
Bajas al desayuno y no hay lugar para ti en la mesa
Pides una silla pero nadie te oye
Y te das cuenta
Te has ido
No estás más acá
Los lugares se acomodaron
Los espacios se llenaron
En el aire ya no huele a ti
Escuchas una voz que dice, en tono irritante
Es que él nunca perteneció
Y otro, que parece no recordarte, mastica con la boca abierta tus galletas favoritas
El queso que hizo apestar tu maleta
Cargado por horas
Se pudre en el tacho ahora y tú
Hambriento
Rondas la mesa y gritas a los oídos
De estos mástiles
De estas columnas
Que se arrimen ya
Porque no da risa tanta farsa
Porque se les viene encima el techo y no lo ven
Y no quedará nada para las hormigas
Cuando hayas acabado
**
Un diente se mueve dentro de la boca abierta
Un aliento verde
Vaporoso
un aire sin oxígeno
sólo una sensación en la piel y un olor que se fuerza dentro de las fosas nasales
un ronquido odioso
sin ritmo
aniquila los oídos, atrapa los buenos recuerdos
el televisor encendido y tú hablas
cuentas tu día
las cosas que te asustaron,
y pides ayuda a un ronquido
esperando descifrarlo alguna vez
buscando entre tanto desgano un consejo
para atesorar por siempre
a manera de foto
de suvenir
como esos dientes de leche que las madres buenas guardan en el cajón
se quedó solo en una casa atiborrada de extraños
sintió ajena cada cosa
entregó sus padres a otros
y se quedó en un rincón
una cama vieja
las sábanas rotas
un pan con mantequilla y frente a ella manjares
que no puede tocar
calor al que no puede entrar
y desde una pequeña rendija escucha a su madre
contar cuentos de cuna para otros
y la ve cocinar
para aquellos que llegaron después
en su mente sólo órdenes y gritos
y corre a escribir, a inventar palabras buenas
y juega a creer que fueron dichas alguna vez
****
¡Qué fastidio!
Quítenme de encima a esta fiera que no es mía
Que no se parece a mí
Tiene de mi hermana
Tiene de mi suegra
Tiene de todos menos de mí
Que me la saquen de encima dije
Aléjenla de mí
Y cuando pregunte por su madre díganle
Que ella nunca estuvo aquí
Que su vida es una mezcla extraña,
hecha dentro de algún pastel
Que vino en una caja un día
Abierta y con fecha de expiración.